Muchos genios se echan a perder porque no encuentran el instrumento que les saque su mejor expresión; Astor Piazzolla tuvo la fortuna de hallarlo en un instrumento despreciado y arrojado a las afueras de lo distinguido: el bandoneón.
Aquí.
Ya lo expresó el Gordo: "¿Cómo dicen que me fui si siempre estoy llegando?" Puros tangos salidos del Infierno. Pasión urbana, nostalgia de la mala, y el perfume y poesía de lo dañado, perdido y fatal.
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