Daniel Poyatos Soguero "¿Por qué los españoles hablamos mal inglés?", en Huffington Post, 25/05/2016 :
Generalmente, los españoles tenemos particulares dificultades para hablar inglés. Éstas se reducen en el lenguaje escrito y solemos comprender bien; sin embargo, aumentan en el lenguaje oral y, especialmente, a la hora de producirlo. Por tanto, aquí podemos señalar los principales rasgos, problemas y causas de nuestro mal inglés.
Vocales
Problemas específicos de pronunciación tienen un origen vocálico. El español presenta 5 sonidos vocálicos puros, mientras que el inglés cuenta con 12. El abanico de fonemas vocálicos es mayor, de ahí que existan frecuentes dificultades para asimilar y producir sonidos largos, cortos, o aquellos característicos del inglés en palabras como ship/sheep, food/foot, cut/cat, beer/bear, etc.
Consonantes
Los mayores problemas que enfrentan los españoles se derivan de la pronunciación de fonemas consonánticos. En concreto:
-Errores en consonantes finales. Por ejemplo, brish para bridge o thing para think.
-El fonema /v/, pronunciado como /b/.
-Distinción de fonemas consonánticos en palabras como see/she, cheap/jeep...
-Fonemas nasales, habitualmente malinterpretados. Por ejemplo, aiaɳgoiɳ para I'm going.
-Tendencia en prefijar palabras con el sonido /3/, equivalente a la "e" en español, en palabras que empiezan por "s". Así, se escucha eschool, espanish o estudent.
-El hecho de tragarse fonemas. Por ejemplo, istead para instead o lato para laptop.
-Pronunciar como una "j", palabras que empiezan por "h". Típicos ejemplos son jello para hello, jow para how...
-La "y" inglesa, pronunciada como "ll", cuando se debería pronunciar algo parecido a "i". Se suele decir lles, en lugar de ies, para yes, o llu para you, etc.
Finalmente, a nivel de frase, los aprendices españoles en lengua inglesa deberán lidiar con el acento, el ritmo y la entonación. Se dice que el inglés es una lengua "stressed-timed", es decir, que la acentuación de sílabas en una frase sigue un ritmo, un tempo. En otras palabras, siempre transcurrirá el mismo tiempo entre las sílabas acentuadas de una frase o discurso. Por el contrario, el español carece de este ritmo, y solo se centran esfuerzos en acentuar la sílaba tónica palabra por palabra, lo que le hace sonar como una especie de máquina y por consiguiente, dificulte la comprensión a oyentes de habla inglesa.
Nuestra pronunciación deja mucho que desear. Pero no seamos tan catastrofistas. Fundamentalmente, se debe a las características inherentes del castellano y el inglés, aunque es cierto que una vez analizados estos errores, no deberíamos considerarlos banales y sí poner de nuestra parte en solventarlos.
Referencias:
Swan, M. & Smith, B. (1987). Learner English: a teacher's guide to interference and other problems. Cambridge University Press.
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