De David Jimenez, Profesor de la Escuela de Matemática en la Universidad de Costa Rica, en Quora, 18 de octubre de 2020
Una falta patológica de inteligencia es difícil de superar. Sin embargo, algo que siempre es cierto es que no hay substituto para el trabajo duro.
Te puedo poner un ejemplo. Hace como una década conocí a dos estudiantes de colegio muy talentosos en matemática, un chico y una chica. El chico es, a mi parecer, el poseedor de el talento bruto más sorprendente que haya visto en mi vida. A los 13 años razonaba al nivel de mis mejores estudiantes de quinto semestre de carrera. Sencillamente asombroso. Pero de la misma manera que él es talentoso, también le falta motivación. Hoy con 24 años no ha concluido nisiquiera el tercer año de ninguna de las como cuatro carreras que ha iniciado. Los comentarios que escucho son los mismos: "Es brillante pero muy vago." "Por cada minuto que estudia, pasa una hora jugando videojuegos".
Por el otro lado, la chica, de la misma edad, también tenía bastante talento, pero al principio más modesto. Adicionalmente, ella trabajaba medio tiempo por problemas económicos. Aún así, fue de oyente a muchos cursos de la carrera de matemática mientras estaba aún en la secundaria, cursando el equivalente a dos años de carrera. Si ella se hubiese quedado en Costa Rica, posiblemente hubiese terminado su carrera en menos de dos años adicionales de lo avanzada que iba. Pero por el contrario, fue aceptada en MIT, fue allá, y la mezcla de talento y trabajo duro la hicieron tener mucho éxito. Terminó su bachillerato y ahora está haciendo su doctorado, también en MIT (lo que no es muy común)
Esta muchacha, que por edad podría casi ser mi hija, es una persona que me ha dejado boquiabierto, y a quien he llegado a admirar profundamente. Sí, tiene talento. Pero más que todo, tiene temple y disciplina. Eso es lo que la ha ayudado a crecer, y a desarrollar todavía más su talento.
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