En 1839, cien años antes de otra Guerra Civil, un polaco cosmopolita, el barón Karol Dembowski, viajó por toda España en plena guerra civil carlista y señalando el hambre y la brutalidad que padecía el pueblo, pasando también por La Mancha; ya vuelto a Francia, es curioso mencionar que recordara una seguidilla manchega como lema para las cartas que en francés escribió, reunió y publicó en 1841 como libro de viajes sobre esta experiencia:
Yo quisiera morir,
y oír mis dobles,
para ver quién me diría
Dios te perdone.
Je voudrais mourir
et entendre mon glas funèbre
pour voir qui me dirait :
Dieu te pardonne.
Describe las famosas manchegas, y también "los horribles sufrimientos de los militares españoles" liberales cristinos que andaban en busca de los escurridizos carlistas:
Con arroz y bacalao / a mí quieren sustentar: / yo me moriré de hambre / y ¡viva la libertad !
Con arroz y bacalao / ocho meses no me pagan / ni esperanza de cobrar. / Yo me moriré de hambre / ¡y viva la libertad!
Ocho meses que no pagan. / Si el comer poco da vida, / como lo dice el refrán, / los pobres de esta campaña / qué larga vida tendrán.
Si el comer poco da vida, / aunque no me den la paga / ni tampoco la ración, / he de defender a Cristina: / ¡muera Carlos de Borbón!
Aunque no me den la paga / de los bigotes de Carlos / hemos de hacer un pincel / por retratar a Cristina / y a la segunda Isabel .
¡Suenen las trompas guerreras, / los clarines y timbales! / ¡Muerte al infante don Carlos / a la Inquisicion y á los frailes! (p. 136)
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