miércoles, 26 de enero de 2011

Idiomas

Suele ser motivo de ostentación el saber idiomas, pero es una ostentación ridícula; los idiomas hay que aprenderlos cuando se es joven, porque entonces el hardware o soporte del cerebro está configurado para aprender habilidades lingüísticas; después es más difícil, porque ese hardware se bloquea en la mayoría de las personas; los idiomas hay que usarlos: leer en ellos, traducir de ellos, hablar con ellos. Un idioma inactivo no sirve de nada, sino de presunción y gilipollez. En España nos hemos acostumbrado a las películas dobladas: un resto de insuficiente autarquía franquista; debía haber un programa en la televisión pública que emitiera películas subtituladas, y, al menos, una película en cada ciudad grande tendría que ser subtitulada obligatoriamente, por ley. El poco inglés que sé se me ha adherido gracias a películas con renglones por debajo y por mi curiosidad filológica, no por asignaturas que haya cursado. El español es, en general, perezoso para leer, incluso subtítulos, y más suelto para hablar que para escuchar. Me defiendo en francés, entiendo el italiano y el portugués, pero eso es por el latín que unos profesores legionarios me insuflaron duramente en mi bárbara cabezota de ibérico por romanizar, por mi subsiguiente formación gramatical de profe de lengua y por mi curiosidad de lector de libros y visor de películas, no por otra cosa. Los niños deberían leer historietas (o cómics) en otros idiomas; Fernando Savater aprendió francés así, como cuenta en sus memorias; pero en nuestro país no se apoya la edición de tebeos económicos, de forma que ya no existen, siendo como son una auténtica garantía de que niños y jóvenes aprendan a leer y le cojan gusto a la lectura, e incluso de que aprendan idiomas. ¿Dónde están los mortadelos y los otros tebeos de mi infancia? En nuestro país los freaks o frikis van de culo. Eso sí, echadle jevis o heavys que no saben ni siquiera inglés.

4 comentarios:

  1. Snob sin sentido

    Más que ridículo, ostentar el conocimiento de idiomas como forma superior de existencia es snob. Hermosa palabra generada en la isla europea para designar a quien presentaba como tarjeta de visita su condición de no noble.

    Ser, al menos biligüe, debería ser obligatorio, quiero decir fomentado por la república, pues con esa condición se adquiere un relativismo indispensable para entender que no somos más que un efímero efluvio limitado por un corto espacio de tiempo.

    En mi caso, donde se tenía la posibilidad y hasta la obligación reglada de aprender el catalán (muchos que no lo conocen dicen valenciano, podemos llamarle llemosí o x), he visto como hay a quien parece resultarle imposible. Más siempre consideré que era la pereza o la comodidad las principales dificultades, por otra parte, usadas desde siempre para negar el conocimiento. Abandonados en una isla hubieran aprendido latín.

    Quiero decir y acabo: en el territorio de habla x dicen mare de deu, y no verge (aunque lo digan algunos no es más que una imposición eclesial ante semejante herejía). En una lengua, que puedo usar, no acaban de creerse lo que según las escrituras creyó José y en la otra sí.

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  2. Bravo por el encomio del tebeo, fuente nutricia de muchos de nosotros

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  3. Un post totalmente realista. Los españoles suelen dar la espalda a los idiomas, especialmente si lo comparamos con el nivel de otros países.

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  4. Es verdad que los españoles hablamos mal otros idiomas (el inglés) pero también lo es que pretender que un ibérico hable inglés como un alemán no es realista. Y sin querer justificar nada (porque estoy de acuerdo en casi todo), los españoles no hablamos inglés peor que franceses o italianos. En serio.

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