Barrio Sésamo

BLAS (con las manos en la cabeza)

¡No puede ser! ¡No puede ser!

EPI (distraído)

Tututtú, tututtú, ¡ping! (mirándolo) ¿Qué ocurre, Blas?

BLAS

Dicen por ahí que tú y yo somos... bueno, que tú y yo... ¿cómo lo diría?

EPI (peinándose la cresta)

¿Qué somos buenos amigos?

BLAS

No, no: que somos... que hay algo entre nosotros, y no es el aire.

EPI (con indiferencia)

¿De veras?

BLAS

Sí. Y en el periódico dice que van a vender nuestros vídeos en EE. UU. Con dos rombos, como clasificados para adultos.

EPI

¡Bah! ¿Y eso te preocupa? ¿Por qué tiene que ser malo ser homosexual!

BLAS (consternado)

Pero, ¡Epi...! ¿Tú eres...?

EPI:

¿Qué? ¿Un buen amigo tuyo? ¿Un homosexual? ¿Y qué tienen de malo ambas cosas, juntas o por separado? Lo que sea, no lo puedo saber; lo sabrá en todo caso el titiritero que me hizo; a mí no me preocupa. El único que lo tiene claro es Triki, que sabe que es el monstruo de las galletas y eso es todo lo que quiere y necesita ser. Quizá me pusieron Epi en honor a Epicuro, como acaso a ti te pusieron Blas en honor a Blas Pascal. Soy una naranja y tú un limón, dos cítricos, uno más aplastado que el otro, uno dulce y el otro agrio. El platónico Ying y el aristotélico Yang. Y, aunque en un episodio de Barrio Sésamo te pedí a ti el jabón cuando estaba en la ducha, me parece que no por eso correrán peligro los niños que vean nuestros vídeos. Fuera de que, además, dormimos castamente en camas separadas.

BLAS:

Ya veo que no lo sabes. Se da el caso de que a Triki le han prohibido las galletas porque engordan y no son políticamente correctas. ¡Ahora lo que come y devora son zanahorias!

EPI: (horrorizado)

¡No! ¿De verdad?

BLAS:

Sí.

EPI: (atemorizado)

¡Pero si eso es obsceno! ¿Tú crees que vendrán por nosotros con un exprimidor?

BLAS:

No sé. Pero he visto al titiritero hacer un nuevo muñeco con la forma de una hamburguesa vegetal y otro con forma de Coca-cola light

EPI: (desesperado)

¡Estamos perdidos!