Los budistas piensan que adoptar los niños que los demás no quieren es moralmente superior a educar los propios hijos. Pero muchos que no son budistas no lo hacen por eso, sino por dar coba, por quedar bien, por vergüenza, como hace Madonna, a quien muchos atribuyen no tenerla y que adopta niños negros de Malawi después de haber abortado once veces seguidas en sus tiempos de follatriz sin condón y sin conciencia (es leyenda urbana; según J. Randy Taraborrelli, Madonna, una biografía no autorizada, fueron cinco demostrados, dos de ellos naturales), por lo que, para reinventarse cual ave fénix, después de haberse quemado en ese papel y haber preferido vender ciento veinte millones de discos a tener tres hijos, escribe un libro de cuentos para niños, descubre que la conciencia vende y consigue, puede que con sobornos, que Malawi ignore sus propias leyes sobre adopción permitiendo que lo hagan extranjeros, mientras que otros, más preocupados padres, como muchos que yo conozco, estériles y sin dinero, al contrario que Madonna, o a quienes ya se les ha pasado el arroz, tienen que quedarse sin niños o buscar niños de pésima calidad, con taras físicas y psíquicas, retrasos cognitivos y demás. Es un tipo de caridad muy protestante:
El señor don Juan de Robres,
con caridad sin igual,
hizo hacer este hospital...
y también hizo los pobres.
Madonna, que se identificaba con Marilyn, esa pobre mujer despreciada y auto despreciada que nunca pudo ser madre por esterilidad, se puso un nombre falso, como todos los del espectáculo, que le va bien poco. No es una matrona, y sí más bien una estricta gobernanta. No estoy diciendo que Madonna haya abortado por motivos estéticos, como la gimnástica y neumática Pamela Anderson, que se veía gorda y con mala figura para rellenar el bañador de vigilante de la playa, ya que su cuerpo era más ella que ella misma; más bien creo que abortaría porque no tener tiempo en ocuparse de asuntos tan largos e incómodos y por tener que pensar en su carrera, que es lo que va con su carácter, pues, por ejemplo, podía haber dado sus abortos en adopción. Pero eso de dar en adopción no es algo que sea apropiado para una estrella, porque queda horrible en sociedad y aún más feo en los de la sociopatía. No creo que Madonna adopte niños de baja calidad, porque es demasiado soberbia para ello, pero niños negros o chinos sí, que es bueno para su carrera; veremos qué tal los educa; espero que no les enseñe su manera de pensar, que me da escalofríos; el mundo sería bastante peor, que ya lo es, si hubiera más gente como Madonna. Menos hipócritas e incluso simpáticos me parecen Angelina Jolie o Nikole Kidman, que tienen conciencia social, un historial de humildad y buen corazón y una trayectoria respetuosa con las leyes, incluso si se trata de la heterodoxa Jolie. Pero la gente no cambia fácilmente; Jesucristo opinaba que sí, que la gente puede cambiar; los paganos que no, que la gente no cambia. Yo creo que el "cambio" que tanto prometen los políticos y los religiosos es posible, pero cuesta mucho tiempo y es fruto de mucho tesón; podemos cambiar nuestra naturaleza, pero eso exige una disciplina inmensa. También hay gente que se equivoca, que "está ciega", como decía San Pablo y "ahora ve". Esa gente, en realidad, no cambia, sino que se reafirma o se desvela. En ese caso, los paganos -como por otra parte era San Pablo antes de su conversión- tenían razón. ¿Será Madonna uno de ellos?
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