lunes, 10 de noviembre de 2008

El complejo de Emperador y el debilitamiento de la voluntad, el mal de nuestro tiempo

Se denomina así al hijo que se cree dueño y señor de sus padres, a los que manipula a placer para que consientan sus caprichos. Son hijos que tienen perfectamente estudiados a sus pobres padres para engañarlos, manipularlos, dominarlos y, a veces incluso, tiranizarlos. En las versiones extremas, hasta los matan, como se ha visto últimamente en varios casos en los periódicos. Por lo general los padres les consienten varios caprichos, de los que pasan a caprichos mayores como la droga, el alcohol, la motocicleta y el dinero a todo pasto. Sobre esto abunda la opinión de Aldo Naouri, que publican hoy varios periódicos. "Soy muy criticado por decir que si educamos a los hijos como demócratas tendremos dictadores, pero es que si criamos a los niños como unos fascistas, crearemos a unos verdaderos demócratas. Lo he estudiado y lo he comprobado. Los niños nacen sin saber nada y´solamente manifiestan sus pulsiones; la educación consiste en frustrar esas pulsiones y encauzarlas, por lo que el principio de autoridad no debe ser discutido en esta fase del aprendizaje". El castigo es una forma excelente de educar y debe ser inmediato y tener la misma fuerza que las pulsiones del niño, pero no debe ser físico. El aislamiento es lo mejor, porque a los niños les encanta comunicar. "Educar es frustrar y lo que se hace actualmente es consentir. Los gobiernos no están ni siquiera preocupados por la mala educación y por la infantilización de la sociedad, ya que todo esto hace más manipulables a los ciudadanos. La crisis financiera que hoy vivimos es algo saludable porque nos permite ver hasta qué punto hemos llegado con ese laissez faire. Está en juego el progreso y el futuro de la humanidad.
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Aldo Naouri defiende en un libro la necesidad de educar sin permisividad


El pediatra Aldo Naouri defiende la necesidad de educar a los hijos con autoridad y cariño, pero sin permisividad, un modelo de educación que ha creado durante años generaciones de niños maleducados. Naouri, reconocido especialista en relaciones intrafamiliares en Francia, aporta en su libro Educar a nuestros hijos. Una tarea urgente, de Taurus, una reflexión y consejos prácticos a los padres, a los que sugiere que consideren a los niños 'con sus características de niño, sus insuficiencias, su irresponsabilidad y con unos conocimientos limitados'. El doctor Naouri, Libia 1937, ha trabajado con la infancia durante cuarenta años y ha escrito varios libros sobre la convivencia entre padres e hijos en los que sostiene la teoría de que la frustración es el motor de la educación. El autor asegura que los padres deberían preguntarse si en realidad las condiciones sociales, a las que se hacen permanentemente responsables de lo que va mal, explican todos los comportamientos de unos hijos descontrolados, y si es suficiente educar con amor. El pediatra recupera el principio de que toda educación está dirigida a la vida en sociedad, lo que exige que cada uno acate ciertas reglas y las haga suyas, un principio del que hoy estamos cada vez más apartados, y aporta en el libro su visión sobre los fallos y carencias de los padres, así como de las necesidades de los niños. Cuestiones como la resistencia de los padres a negarse a los deseos de los hijos, o la falta de obediencia de los chicos, los resuelve el libro con sugerencias de como decir no, desde que son bebés, y al aprendizaje de que 'en la vida no se puede tener todo'. Educar es frustrar. En opinión de Naouri la decisión de educar hijos contentos y entre algodones no es la mejor fórmula, y alerta en su análisis de que la falta de esfuerzo podría derivar en un problema social, lo que comienza a apuntar como un problema académico, podría hacer peligrar en unos años los niveles superiores de enseñanza y la investigación. Naouri anima a los padres a no tener miedo de sus hijos, y también a no tener miedo de darles miedo, y a que tengan en cuenta la importancia de la jerarquía en la educación. La práctica del 'poder absoluto infantil', es decir niños y adolescentes consentidos, incapaces de resistir una frustración y partidarios del mínimo esfuerzo, junto con un malentendido sentido de la igualdad y de la protección, sin una jerarquía familiar, es el peor maltrato al niño, advierte el autor. "Si educamos a los hijos como demócratas, tendremos dictadores". El pediatra explica en su libro que 'por pereza y dejadez' dejamos que nuestros hijos se conviertan en sujetos maleducados y reclama la responsabilidad de los padres en la implantación y elaboración de la educación básica, mientras que de la escuela se espera que imparta conocimientos.


La educación actual "va en el sentido equivocado"
El pediatra Naouri aboga por colocar barreras a los hijos para que no se conviertan en "tiranos".



Madrid. El pediatra y escritor, Aldo Naouri, uno de los mayores expertos de Francia en relaciones intrafamiliares, manifestó que la educación actual que se da a los niños va en el sentido equivocado, así como explicó algunas de las claves que recoge en su último libro Educar a nuestros Hijos. Una tarea urgente.


Naouri es visto en su país como 'el pediatra que cuida a los padres', ya que estudió también psicoanálisis para dar respuesta al comportamiento de los progenitores y contribuir a la mejora en la educación y las relaciones entre padres e hijos.


"Me encargo de lo que los padres piensan del niño. Me gusta decir que no sólo me ocupo de la parte física, sino también del bienestar emocional de los pequeños", apuntó.


La educación clásica


"Mi interés por la infancia viene de lejos, llevo toda la vida explorando este tema, tratando de dar a los niños la felicidad que tuve yo", afirmó el pediatra. En ese sentido, Naouri relató como sigue guardando un recurdo nítido de su infancia, que fue maravillosa y como su gran deseo ha sido siempre conseguir lo mismo para los hijos de los demás.


Naouri no se considera un educador tradicional, a pesar de declararse consciente de los resultados positivos aportados por el modelo clásico de educación.


"No ignoro cómo es la sociedad hoy en día y sé que existen distintos modelos de familia divergentes del clásico, por eso lo que intento, es dar a los padres pautas para que se logren los resultados del pasado, en los modelos de familia novedosos", afirmó el francés.


La importancia de la autoridad


El pediatra aboga por la autoridad como principal pilar de la educación. Para él, es imprescindible colocar barreras a los hijos, que limiten su poder e impidan que se conviertan en unos "tiranos".


"Los padres permisivos, son la peor influencia para los niños, acaban conviertiéndose en "esclavos" de sus propios hijos", declaró Naouri. Asimismo, subrayó la importancia de que los progenitores aprendan a decir "no".


"Es fundamental que el niño sepa que no tiene el poder de la casa, que no puede dominar a sus padres y que ni con lloros o chantajes podrá conseguir lo que quiera", explicó.


Según Naouri, el niño es un ser tremendamente egoísta, que nace y se mueve por pulsiones incontroladas, por eso es fundamental aprender a educarlo. "La autoridad radica en hacer cumplir las órdenes al niño sin tener que darle explicaciones por ello", declaró el pediatra. "Si hay que decirle 'ponte el abrigo' o 'cómete eso', se le dice sin tener que darle explicaciones", afirmó.


Pues, para Naouri, el niño no tiene capacidad para entender y asimilar como los adultos. "El gran error de los padres en la actualidad, es que ponen a sus hijos a su mismo nivel, dialogan con ellos, intentan razonar, cuando esto es imposible", manifestó.


El hecho de que actualmente se defienda un modelo educativo más cercano al diálogo y a la empatía con el niño proviene, según el escritor, de que ahora los hijos son productos puros, totalmente buscados y que se tienen en el momento en que son deseados.


"Eso hace que se críe al niño entre algodones, que busquen darle lo mejor y evitar que sufra; sin embargo antes, cuando el niño era un subproducto de la actividad sexual de los padres, esto no pasaba", declaró.


Finalmente, Naouri remarcó el importante rol que cumple la madre y cómo se diferencia mucho del papel desempeñado por el padre.


"El niño comparte un lazo biológico con la madre que no tiene con el padre y este vínculo hace que la relación entre ambos sea mucho más fuerte. Por el contrario, el padre es sólo quien su madre le dice que es y contará para el niño en la medida en que vea que cuenta para su madre", concluyó. (Ep)
Aunque los hijos se programan, ¿es posible educar a una persona de 0 a 3 años, como usted plantea, con el ritmo que la mayoría llevamos hoy en día?


Perfectamente. Lo importante es no caer en las trampas de la programación y de ese ritmo de vida. Precisamente, esa planificación nos da un cierto sentimiento de culpabilidad, y pensamos que debemos procurarle toda la felicidad al hijo, porque ha sido algo que nosotros hemos querido. Este es un error grandísimo, le hemos dado el mayor regalo que se le puede dar a alguien: la vida. No hay que dudar a la hora de educar, es lo más importante, es preparar a un chico para que el día de mañana pueda vivir en sociedad.


¿Le exigimos demasiado a la escuela?


Pedimos demasiado porque pensamos que es un lugar donde los niños van a educarse, y no es así. Es un lugar donde adquieren conocimientos, y para ello, el niño tiene que haber sido educado antes de ir a la escuela. En caso contrario, no realizará ningún esfuerzo.


Incide en la necesidad de educar al niño en la etapa de 0 a 3 años. ¿Qué consejo le daría entonces a los padres que se ven obligados a dejarlo en un colegio o en una guardería durante prácticamente toda la jornada, porque no pueden atenderles debido a sus obligaciones laborales?



Les diría que necesitan tener una conducta educacional, por muy poco tiempo que pasen con sus hijos, y que no caigan en la seducción por el hecho de estar ausentes. La guardería ya se encargará de educar en lo esencial a los niños, porque saben hacerlo de forma más fácil. Lo que no hay que hacer es malcriarlos.

Por lo tanto, la calidad de la educación no esta reñida con el tiempo que le dedicamos.
La calidad no depende del tiempo sino de la visión que tengamos de la educación, de cuidarse de no malcriar al hijo, y de que éste se acostumbre a las condiciones en las que tendrá que vivir en sociedad cuando sea adulto.

¿Qué hacemos con la 'necesaria' sobrecarga de actividades extraescolares?

Esa situación se da por la condición de ciudadanos en oposición a vivir en el campo, donde los chavales juegan entre ellos en la calle, es una manera de educar más, porque aprenden entre ellos a desarrollar competencias. Y cuando un padre envía a un hijo a alguna actividad, no lo hace sólo para que aprenda algo, sino para que esté entre iguales. Los progenitores les dan así más herramientas para que luego puedan vivir en esta sociedad tan dura. Les fcilitan más valores, más conocimientos para manejarse.

"Primero la pareja, después los niños", es una frase suya muy bonita, pero, ¿es realista?

Es que siempre nos han hecho creer que esto era imposible y que había que anteponer a los hijos. Pero colocarlos delante lleva al divorcio y a la separación, y no hacerlo hace que el hijo deje de tener a su madre al 100%, y le prepara para sus frustraciones en la vida de adulto. No se trata de un eslogan, es algo que debemos buscar, una medida de sabiduría.

Menciona brevemente el tema de los castigos físicos. En España, todavía se escucha mucho la frase: "un cachete de vez en cuando no viene mal". ¿Qué le diría a los padres que piensan así?

La violencia lleva a la violencia, y si a un niño se le pega él pegará, aunque no se le respete y aunque no va a entender porqué se le pega. El respeto supone algo muy importante y pegar es el fracaso de la palabra. A los niños les encanta hablar con los padres, y una estrategia radica en acortar la comunicación, nos calmamos y les levantamos el castigo luego. Pero no hay que excusarse, sino decirle que ya podemos comunicarnos. Así aprenderá, y es algo más eficaz que el castigo temporal.

¿Debe modificarse la educación de un niño cuando nos enfrentamos a una separación o divorcio?

No debería, pero lo que suele pasar a menudo es que cada parte de la pareja pretende ser el que más gusta al niño, y esto no es bueno, porque aunque haya separación, los padres deben seguir la misma línea.

¿Cuál debe ser el papel del amor?

Es un hecho inmediato, porque tenemos hijos cuando queremos y somos conscientes de esta decisión. Se supone que es una condición para tener un hijo. Por eso es difícil creer que un padre no pueda querer a su hijo. He visto situaciones en las que el niño es repudiado, pero cuando hablo de niños mayores.

¿Existen los padres ideales?

No, porque somos padres y por eso somos imperfectos como seres humanos. Hay que asumirlo, y saber que somos padres con buena conciencia. Si pensásemos que somos ideales, seríamos narcisistas. Estamos lejos de los padres idelaes, pero no por ello dejamos de ejercer de padres.

¿Cómo de urgente es este manual?

Es algo urgente porque en el mundo occidental, desde hace décadas, hemos pensado que los chicos pueden crecer sin educación. Los resultados no son buenos, y hay que tomar las riendas de la educación de los chavales. Una frase que podría resumir qué hay que hacer y el espiritu de la educación de los niños es: primero los padres y luego los niños

1 comentario:

  1. Es una lastima que los padres se vean manipulados por sus hijos, por flojera de ser verdaderos padres, por ser padres barcos y,culparse uno a otro, olvidando que es cosa de 2, del amor entre los dos, y nunca anteponer a los hijos a la pareja, me sumo a su ideología, eso se hace en casa los primeros años, lo demás es resultado del descuido de educarles,con amor temprano,saludos.gracias.jasha07@hotmail.com.mx

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