lunes, 7 de septiembre de 2009
Ronin, de John Frankenheimer
Es la última película de Frankenheimer, y el guion es solidísimo. Un trhiller a la antigua que transcurre en una Francia no tópica, con malos de primera y frases memorables: "O se es amigo, o enemigo, o parte del paisaje". Los silencios importan casi tanto como los diálogos, si uno tiene imaginación y referencias. Las interpretaciones son ajustadas, y destaca especialmente la chica; el entretenimiento, magnífico, incluso la coreografía de persecuciones automovilísticas. Por demás, no había visto un trhiller tan bueno desde Escondidos en Brujas.
También he visto Vaqueros de ciudad, una comedia protagonizada por Billy Christal, al que no suelo soportar. Para pasar el rato está bien, con un vaquero de cartón protagonizado por Jack Palance que está memorable: "Para ser feliz lo único que hay que hacer es escoger una sola cosa y agarrarse a ella con todas las fuerzas".
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