domingo, 25 de noviembre de 2007

El infierno tan temido, II

Pedro Botero:

Señor Jesús Gil, esta es la parrilla que le ha tocado. Póngase encima.

Santiago Bernabéu (haciendo un chiste malo)

Dame la vuelta, que por este lado ya estoy hecho.

Pedro Botero (sorprendido)

Se ve que usted ha leído vidas de santos, ¿no?

Santiago Bernabéu

Mis padres ne educaron en el Colegio del Pilar... ¿Quién es ese?


Jesús Gil (incómodo)

¡Ay, ay, ay!

Santiago Bernabéu (reconociéndolo)

¡Hombre! ¡Ya tenía yo ganas de verte por aquí! Las fotos no te hacen justicia. Al menos las del Morning's Hell

Gil

Tampoco me la hacen los jueces. Ya me imaginaba yo que andarías por aquí.

Bernabéu (con tristeza)

Sí. Me acusan de haber fundado una religión pagana y de haber ganado varias ligas con inusitada ayuda arbitral. Sin embargo, todo hay que decirlo, creo que todos sabíamos también que vendrías a parar aquí.

Gil

Pues yo creía que iría al cielo.

Bernabéu (con ironía)

Es que a los del Atlético os pasan cosas muy raras.

Gil

Y que tú lo digas. ¡Mira que entablarme un proceso a mí, sólo por ser alcalde de Marbella, el ayuntamiento más limpio de España! ¡Hay que joderse!

Bernabéu (con tono de chufla)

Pues hay quien dice que era cosa natural ese cortocircuito, habida cuenta de la cantidad de ladrones que había chupando de tus enchufes.

Gil

¡Eso es una mentira y puedo demostrarlo!

Bernabéu

Pues yo diría que lo único que has demostrado es que eres un genio para montar el lío padre... Eso de dar trabajo a diez bufetes de abogados para aclarar los chanchullos que has montado para defraudar a hacienda, más otros diez para que te alivien algo los cientos de pleitos que te caen encima...

Gil

¡Que me quiten lo bailao! ¿Quién, sino yo, habría podido levantar un imperio sin haber acabado la carrera de Económicas?

Pedro Botero (acercándose)

Señor Bernabéu, ha terminado su condena en este lugar. Coja sus huesos y sígame.

Bernabéu

¿Cómo? ¿No están condenados aquí todos los reos a perpetuidad?

Pedro Botero

Es que estamos algo faltos de espacio, y el Bajísimo ha llegado a un acuerdo con el arcángel Gabriel para que pasen algunos reclusos al Purgatorio en régimen de condena semieterna.

Gil

¡Iré yo también, supongo!

Pedro Botero (poniéndose las gafas que lleva tras los cuernos y haciendo como si leyera, azorado)

No... Su nombre no figura en la lista.

Gil

¡Ya sabía yo! ¡Si es que todos los del Madrid son unos corruptos y unos sinvergüenzas! ¡Seguro que han comprado a los jueces del infierno! ¡Seguro que son madridistas!

Pedro Botero (escaqueándose)

Venga, don Emilio. ¡Dese prisa!

Bernabéu (alegremente)


Hasta siempre, Moby Gil.

Jesús Gil (cabreadísimo)

¡Enchufado!



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