miércoles, 2 de abril de 2008
El interferómetro
Escasos avances en concordia, grandes avances en astronomía: con una lentilla informática que filtra todas las distorsiones que provoca la atmósfera, el clima, la luz y el polvo cósmico, es posible obtener imágenes más claras y nítidas a distancias enormes. Algo parecido necesitaría la comunicación entre humanos: un interferómetro. Un extraterrestre podría decir sobre los derechos humanos que ya solo el nombre resulta racista, por ejemplo. ¡Y eso que los consideramos un gran avance! Habría que hablar de derechos vitales o naturales, y también, y sobre todo, considerar las obligaciones humanas, no ya con la especie, sino con la misma vida o la naturaleza. Sobre la hipótesis de que existieran otras inteligencias ajenas a este sistema solar se ha escrito no poco y se ha especulado sin medida, sobre todo con motivo de su supuesto y cósmico silencio. ¿Realmente es tan raro poder transmitir información electromagnética en este universo a largas distancias? ¿Somos la excepción y no la regla? ¿Y si no fuéramos una excepción y existiera ya un tráfico entre mundos? ¿Por qué no se confirma oficialmente? Aventuro que existe una explicación plausible, si ese fuera el caso. La misma razón que damos a Turquía para no ingresar en la Unión Europea o la misma razón que dan los judíos y los cristianos para no escuchar a los árabes les sirve a ellos para excluir a la Tierra de una presunta comunidad interplanetaria. Si no podemos entendernos entre nosotros, si no somos capaces de tener una sola voz, si no somos capaces de estar en paz y sin guerras, ni de asumir nuestros pecados y defectos como supuesta raza inteligente ¿cómo queremos encima cargarlos a ellos con nuestros problemas? ¿Qué pueden necesitar de nosotros, si no somos capaces de superar una economía fundada en la desigualdad social y no en el mérito que da el conocimiento, el desarrollo sostenible y la concordia?
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