domingo, 20 de julio de 2008

Benito XVI y los pederastas

Benito XVI, un empresario a quienes algunos insisten en llamar Benedicto, dice que no perdona a los pederastas. Pero el negocio que preside los ha perdonado durante dos mil años, dejando que los niños se acerquen demasiado a algunos curas. A buenas horas mangas verdes. A una institución tan cuidadosamente hipócrita le ha costado dos mil años descubrir que es hipócrita. Vale, vale, pero que no pretenda decir que otras cosas que dice no son hipocresía; también pueden ser hipocresía de la más fina. Por ejemplo, eso de que el papa es infalible. ¿Podría tirar un penalty a Casillas y demostrarlo definitivamente? Pero, claro está, ellos entienden infalible en cuestiones de fe. La lógica teológica es una lógica cuántica, y en ellas se cumple perfectamente lo del gato de Schrödinger, a la vez tan vivo y tan muerto como Cristo resucitado. Entonces, ¿Pablo VI se ha equivocado con el concilio Vaticano II? ¡Vamos, vamos! A otro perro con ese hueso.

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