domingo, 24 de agosto de 2008

Educación y dinero

Es evidente que la educación no se arregla con dinero; pero los estadounidenses creen que sí; así les va; véase este artículo de El País:

Aprender a golpe de talonario

Escuelas de Estados Unidos pagarán a los alumnos más aplicados

DAVID ALANDETE - Washington - 24/08/2008

Las 130 escuelas públicas de primaria y secundaria de Washington atraviesan un mal momento. El pasado mes de noviembre el gobierno local propuso cerrar 23 centros educativos que se habían vuelto inviables. Cada año, estos centros registran una media de 250 incidentes violentos. En 2007, al menos 106 estudiantes fueron arrestados por llevar armas a clase. El rendimiento escolar se ve claramente afectado por la presencia del crimen en las aulas. Y, en virtud del sistema de financiación educativa de Estados Unidos, a un peor rendimiento le corresponden menos fondos. El Gobierno local ha decidido estimular a los alumnos con una paga extra. A mejores notas, más dinero.

Sacar buenas notas tiene una recompensa de 130 euros al mes


Para recibir financiación del Gobierno federal, la Concejalía de Educación realiza un examen en el que los alumnos deben demostrar los conocimientos adquiridos a lo largo del año escolar. Las últimas cifras de las que se dispone, relativas al curso escolar 2006, rayan lo mediocre. En un informe anual del Departamento de Educación, Washington queda como la última ciudad en la clasificación por rendimiento escolar de alumnos de distritos urbanos. Sólo el 12% de los estudiantes de octavo grado (13 ó 14 años) sabe leer con fluidez y apenas un 9% está en condición de aprobar matemáticas.

Esta semana, el alcalde de la ciudad, el demócrata Adrian Fenty, y la directora de Educación, Michele Rhee, anunciaron que en este curso escolar comenzarán un programa según el cual ofrecerán dinero a aquellos alumnos que muestren buena conducta. En principio, este programa se aplicará en 14 institutos locales, pero se ampliará progresivamente al resto de instituciones de secundaria.

Aquellos alumnos que acudan a clase frecuentemente, sean puntuales y saquen buenas notas, recibirán una paga de hasta 100 dólares (unos 68 euros) cada dos semanas. Este dinero se depositará en una cuenta bancaria a la que el alumno tendrá acceso mediante una tarjeta de débito.

El programa lo ha diseñado el economista de la Universidad de Harvard Roland Fryer, cuyo departamento analizará los datos y establecerá los pagos que se realicen a los alumnos. El coste total del programa será de 2,7 millones de dólares (1,8 millones de euros).

Este proyecto es un calco de otro diseñado por el profesor Fryer para Nueva York. "La vida real funciona así", dijo Rhee. "Cada dos semanas recibes un sueldo. Estamos preparando a los niños a enfrentarse a la vida, a tener un trabajo de verdad".

A juzgar por los resultados de Nueva York, el dinero puede no ser incentivo suficiente para que los alumnos estudien más y mejor. El gobierno neoyorquino ofreció a alumnos de 31 escuelas de secundaria hasta 1.000 dólares por sacar la nota máxima en una serie de materias. El resultado fue que 345 escolares más se presentaron a las pruebas. Sin fortuna. Aprobaron cinco alumnos menos que el año anterior.

200 euros por un ocho

Algunos institutos de Italia, siguiendo el ejemplo de Nueva York, han decidido premiar a los estudiantes que saquen buenas notas. El objetivo es incentivar a los jóvenes para que se esfuercen por llegar a lo más alto. En algunos centros, el premio a los más aplicados puede alcanzar los 200 euros.

El director del instituto Ennio Quirino Visconti, el más antiguo de Italia, lo tiene claro: "No hay que olvidar que estos jóvenes serán la futura clase dirigente del país", declaraba hace unos días. Su centro ha entregado a 55 estudiantes con una media igual o superior a ocho, un bono de 90 euros para que los gastaran en una librería.

Otro colegio italiano que ha dedicado con éxito parte de sus fondos a estas medidas ha sido el instituto Albert Einstein, de Milán. En mayo decidió crear unos bonos de 200 euros, para aquellos que aprueben con más de un ocho. Los afortunados, en este caso, no estarán tan limitados a la hora de gastar su pequeña fortuna. Podrán invertirla, además de en material escolar, en entradas para el teatro o inscripciones en cursos deportivos, de música o idiomas.

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