lunes, 8 de diciembre de 2008
El Borbón
Estos republicanos son unos auténticos tarugos. No hay que desearle la muerte a nadie, ni siquiera a un rey de tan asquerosa y discutible ascendencia como un Borbón, que debería estar avergonzado de tener unos antepasados como los que tiene. Bastaría con rebajarle el sueldo o sencillamente agradecerle los servicios prestados, que han sido muy importantes, a qué dudarlo, darle una buena jubilación y sustituirlo por un presidente, que sale más barato, cuando haya que reformar la Constitución y con permiso del Ejército, que probablemente no lo daría, así son ellos; incluso creo que podríamos reducir el ejército y usar ese dinero en algo más constructivo, por ejemplo en mejorar la educación o en construir molinos eléctricos; yo creo que para defender Ceuta y Melilla y las Canarias de las estupideces magrebíes bastaría con un presupuesto más reducido. Si se creara un impuesto al exceso de publicidad se podrían sacar fondos ubérrimos, caudalosos, muchísimo dinero para el erario. Como los políticos no están demasiado maduros para una transición como esa, habrá que dejar pasar el tiempo hasta que los tengamos mejores, no sé, dos o tres siglos, cuando la evolución natural de las cosas, si es a mejor, haga que no nos merezcamos a unos políticos tan de mierda como éstos y a unas momias del pasado glorioso e imperial como las monárquicas. España es juancarlista, pero no monárquica. Una larga guerra civil ha borrado muchas cosas, y una de ellas es esta. Si el rey es un verdadero patriota, no se considerará imprescindible ni el papá de la nación. Hemos crecido.
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