martes, 27 de enero de 2009
Ratzinger Z contra los teologoliberadores y sus brutos mecánicos
Koji Kabuto, más conocido con el sobrenombre de papilla Benito, que no Mussolini, pese el parecido, decimosexto de su nombre y rango, ha decidido admitir a los antisemitas lefebvrianos en su iglesia, que no es la nuestra; está visto que, si se quiere ser católico, apostólico y romano, lo que hay que hacer es un cisma, una herejía, una apostasía, un escándalo, pero no ser obediente, que es lo que hicieron Ellacuría, Boff, Romero y otros eiusdem palotis. Que aprendan los teólogos de la liberación, devotos del doctor Infierno (sospechosamente parecido a Marx en la serie de anime): hay que dejar de hacer caso a ese papín y a cualquier otro y nombrar a un papa autónomo para América Latina; de ese modo dentro de unos años dispondremos de la iglesia que numéricamente y democráticamente nos merecemos y nos volveremos a juntar para seguir nuevamente otro trecho del camino, como cuando el Cisma de Occidente, y dejamos de padecer este sucedáneo conservaduro y estúpido tripulado por un exinquisidor que llaman iglesia romana. Bien se está San Pedro en Cartagena de Indias. Admitir a Richard Williamson, un antisemita que niega tanto el Holocausto como el derecho de las mujeres a recibir una educación superior, es demasiado.
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