miércoles, 4 de marzo de 2009

Periodismo analgésico

Sólo hay que comparar la 1 y la 2 con las demás cadenas para constatar hasta qué indecente punto se están manipulando las noticias; ni siquiera la necesidad de mantener la cohesión social y evitar unas escenas como las de Grecia justifican una hipocresía semejante, todo lo más apresuran algo muy gordo que terminará por estallar a poco que se descuiden. Se anticipan 4 millones y medio de parados para junio del año que viene y la congelación de sueldo de un millón de funcionarios... Pues la mayor preocupación de los informativos controlados por el poder es cómo celebrará Patxi López su glorioso triunfo en Euskadi, fruto más del cansancio y del aburrimiento de treinta años de gilipollez nacionalista y de la estrategia del partido de Rosa Díez que de otra cosa. Vergonzoso. Y no es porque los del otro bando pinten distinto: lo harían igual o peor. Lo preciso es un cambio de ética y de estructuras de poder, no de partido político. Que exista transversalidad, un senado no ficticio, unas listas abiertas, rotaciones y programas de soluciones, no personas y sillas.

1 comentario:

  1. Que no pague el mensajero que no cobra

    Como profesional debo decir que la manipulación es inevitable, la física ya nos avisa de que vamos por detrás de la realidad, instántanea, así que todo resumen de lo más importante, ya supone manipulación. Ahora bien, hay quien opera con guantes de latex y quien lo hace sin anestesia.

    Tú, que conoces los anales de esta profesión, reconocerás que siempre fue así, los poderosos se hacían pagar laudos y críticas hacia donde se debía apuntar, con mayor o menor acierto. El filo de una pluma hirió tanto o más que el acero toledano, y también las palabras: trobadores, bufones, hojas volantes, periódicos, radio, televisión e internet (hay quien objeta que sea un medio de comunicación, pero de todo tiene que haber). Como en casi todas la cosas, el XVIII nos enseña qué es lo que hay detrás del periodismo, cuando no es realmente independiente ¡Qué pocos casos!. ¿Has visto El dilema?

    Digo esto del XVIII, porque las referencias a la época anterior son muy fragmentadas y difíciles de obtener.

    En defensa de la intrínseca manipulación periodística. Decir que basta observar algo para hacerlo cambiar, cuanto más cambiará si lo clasificas, interpretas u opinas sobre él.

    Gramsci definió el concepto de intelectual orgánico, que creo se ajusta bastante a la profesión periodística.

    A toda clase social ascendente se le une orgánicamente una serie de sujetos que justifican, difunden y coadyuban a la mayor gloría de dicho grupo ascendente: llámese burguesía, proletariado, nacionalismo, que suele esconder al proteccionismo de grandes propietarios, etc. Las corrientes de opinión son alzadas y vilipendiadas por los grupos en disputa, pero no van a mancharse las manos, para lo que viene muy bien una facultad de periodismo por cada x millones de habitantes, luego se paga a unos y a otros no, los pagados son los que vemos todos los días, alguno de ellos muy bien pagados, como la de la canción. Los corifeos hacen de ellos líderes de opinión que enseñan los dientes, lanzan globos sonda, denigran, y hacen las mil y una perrerías hacia quien dice el amo. De ahí a denostar a toda la profesión va un trecho, hay quien se lo trabaja, pero esos son pobres y apenas pueden pagarse un altavoz de juguete. Por eso mismo hay quien no acepta que la red de redes sea un medio de comunicación, puesto que si lo hicieran abrirían la caja de pandora y tendrían que acabar admitiendo que el título es una patraña.

    De hecho, hay estudios que señalan que si colocas a personas de otros ámbitos en los aparatos de información, en un plazo no muy largo, acaban tomando los mismos patrones de trabajo y las mismas rutinas productivas que el más curtido profesional. Así que, yo todavía no he ido a recoger mi título a la facultad, nueve años después de licenciarme y nadie me lo ha pedido, salvo el día en que me contrataron.

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