lunes, 2 de marzo de 2009

Sorpresas y fracasos de Chomsky

Noam Chomsky: Lo que más me sorprende, además, es que los periodistas de aquí nunca mencionen que todas las medidas que ha tomado Obama son exactamente las contrarias que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional recomiendan a los países pobres para salir de sus crisis.

P. Acaba de cumplir 80 años, ¿qué le hace seguir luchando?

R. Imágenes como ésa. [Chomsky indica un cuadro que cuelga de su despacho en el que se ve al ángel exterminador junto al cardenal Romero y seis intelectuales jesuitas asesinados en El Salvador en los ochenta por los escuadrones de la muerte]. Uno de mis fracasos es que ningún estadounidense sepa qué significa ese cuadro.

1 comentario:

  1. Contra la amnesia colectiva

    Pretencioso como siempre, Chomsky cree ser el único estadounidense en conocer la historia de américa latina, a Romero y al ángel exterminador (en este último caso está más cerca que en los demás). Es lo que les pasa a los descreídos, acaban por creer sólo en sí mismos. Pero aunque sea una exageración, alabo su enemiga a la amnesia colectiva que, por otra parte, tanto ayuda a seguir adelante.

    Más, ¿y los españoles?,¿recuerdan dicho ángel?. Hoy mismo inaugurábamos un centro de formación en la plaza Mestre (maestro) Ripoll y Cándido en su alocución quiso recordar al último ejectuado por la inquisición española. Dudo que entre los asistentes fuéramos muchos los que compartíamos dicho conocimiento, y, apostaría que, entre el centenar largo de personas, apenas algunos, recordábamos la fecha, aún por aproximación, él la mencionó: 1826 (¿refrescó su memoria sabiendo que venía a este lugar?).

    El caso es que nadie había relacionado a con b, un centro de enseñanza en la plaza del enseñante ahorcado, para ser exactos, en la plaza del mercado de la ciudad, frente a la hermosa lonja de la seda, para más inri, joya del gótico civil y patrimonio de la humanidad.

    Me hizo pensar y recordar que en este país es difícil consultar libremente y sin trabas los archivos eclesiásticos, lo que sencillamente nos impide conocer nuestra historia, incluso a los interesados. Hablo de la historia de la realidad, la que trata de lo que ocurrió y no de lo que otros dicen que ocurrió. Hechos y no interpretaciones, mucho menos opiniones que tienen su interés pero eso es historiografía, no historia.

    Por gracia del generalísimo, el concordato y los acuerdos del 78, intocables hasta para shoemaker, atan estos archivos al clero, que no quiere que elementos fuera de su control accedan a los documentos obispales, sinodales, etc. Al menos a mí, me han negado el pan y la sal en diversos lugares y ocasiones, debo tener pinta de ateo quema iglesias.

    Y es que si en algo los españoles podemos ver nuestro pasado es en esos documentos de la iglesia, ya que España se gesta sobre una profunda interrelación con la Iglesia cristiana, católica y romana, menos durante el viaje a Avigñon que, por cierto también acabó por aquí cerca, en Penyiscola.

    Quiero decir, que de la misma forma que Alemania surge tras la caída de las aduanas interiores (Zollverein), Italia es la creación para competir con los estados nación y Grecia la avanzada contra el imperio otomano, España se crea sobre la limpieza, no étnica, sino religiosa, con expulsiones de grupos más o menos numerosos y una cerrazón tal que la libertad de culto (ya me dirán que cosa tan simple) tuvo que esperar hasta 1869, antesdeayer (la RAE no recoge la palabra que como en este caso aporta información distinta a las mismas palabras separadas).

    O sea que Bayona y Cádiz, el estatuto del 34, y las constituciones del 37, del 45 y del 54 pasaron por alto una libertad fundamental y en la primera que se hizo, la del 69, los constitucionales usaron una formulación digna de entrar en el cerebro de todo españolito y españolita.

    Art. 21
    La nación se obliga a mantener el culto y los ministros de la Religión Católica.

    El ejercicio público o privado de
    cualquier otro culto queda garantizado a todos los extranjeros residentes
    en España sin más limitaciones que las reglas universales de la moral y del
    derecho. Si algunos españoles profesasen otra religión que la católica, es
    aplicable a los mismos todo lo dispuesto en el párrafo anterior.

    Pero si no era sufiente el retraso y la alambicada redacción, resulta que la del 76 vuelve a las andadas, prohibiendo ceremonias y manifestaciones públicas de otra religión, mientras que el lapso del 31 al 36 sí protegió dicha libertad fundamental. Luego franquito puso de nuevo el listón en el 76 y la constitución de 1978 acabó con la infamia, dejando la cosa bien atada por los acuerdos antedichos. O sea, cuando uno mismo ya había aprendido a cagarse en Dios sin blasfemar.

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