domingo, 30 de agosto de 2009

Doce hombres sin piedad


Una hermosa pieza teatral de Reginald Rose adaptada muy bien al cine con Henry Fonda de protagonista en primoroso blanco y negro. He visto la película hace poco, soberbia, y cuasi calcada por la televisiva adaptación española. Pero la conclusión es falsa, no es así; si tengo que ser juzgado, prefiero un juez a doce de esos vecinos a los que uno no quisiera encontrarse en una noche sin luna, con niebla, por un callejón apartado.

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