martes, 1 de septiembre de 2009

Libro del buen Folgar

Es frecuente encontrar composiciones en castellano macarrónico-medievalizante, por ejemplo de fray Josepho y de mi compañero Jerónimo Anaya, que es también un gran imitador de Quevedo y de Cervantes; uno de los libros mejores de humor al respecto es este:

Manolus Abbat, Iulius Nepote, Otros troveros del Mester de Goliardía, Libro de Buen Folgar. Ed. de Julio Borrego Nieto y Manuel María Pérez López, Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 1996; 1998 primera reimpresión.

«Parece llegado el momento de proclamar la consolidación de otra escuela poética salmantina cuya existencia era conocida tan sólo por unos pocos iniciados y cofrades. Parece casi una ley histórica: lo que sucedió en el último tramo del siglo XVI y en las décadas finales del XVIII se reproduce, con las naturales variaciones, en las postrimerías de nuestra centuria. Y no es preciso conjeturar nada, porque contamos ya con la primera antología del grupo, que parece recoger las piezas más significativas de sus componentes. Se titula Libro de Buen Folgar y es un hilarante manojo de [...] setenta composiciones [que] ofrecen un variado muestrario métrico: coplas de pie quebrado, liras, sonetos, romances, 'enxiemplos' medievales en cuaderna vía y otras combinaciones -todas de impecable factura- sirven para satirizar, parodiar, increpar o narrar jocosamente acontecimientos privados o públicos en torno a cierto 'convento' medieval -que bien pudiera ser, como sugieren agudamente los anotadores, la Universidad-, en composiciones que dejan a un lado con frecuencia cualquier asomo de pudor y convierten el libro en una divertidísima y tonificante lectura. [...] Es preciso agradecer [a los autores] que hayan devuelto a la Universidad española esa sonrisa abierta y esperanzadora que parecía tener, si no perdida, sí al menos oculta, y tal onerosamente empeñada, como los libros de la vieja canción estudiantil, en el monte de piedad» (Ricardo Senabre, Abc).

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