lunes, 28 de septiembre de 2009

If, de Kipling


Los políticos dicen que hay que educar en valores... Pues podían dar ejemplo, ¿no? Ese es el imperativo categórico de la ética kantiana: dar ejemplo, comportarse de tal manera que la conducta de uno pueda ser elevada a rango general. Es un principio muy exigente, muy alemán, muy protestante. La moral kantiana exige héroes, gente que dé ejemplo sacrificándose donde nadie se sacrifica, muriendo donde nadie muere, cobrando poco por lo que debería cobrarse más caro, dando la cara también cuando no hay que darla, resistiendo cuando todos se retiran, trabajando un poco más cuando uno ya está harto de trabajar y, en fin, haciendo todo aquello que viene en el famoso poema If de Kipling, "Si...". Las traducciones son muy diversas, más de 150 sólo en español; he aquí algunas, y el texto original. Las famosas tres preguntas en que Kant sintetiza su pensamiento, y en general toda filosofía, ¿qué puedo saber? -pregunta epistemológica-, ¿qué debo hacer? -pregunta moral-, ¿qué me está permitido esperar? -pregunta religiosa-, que podían resumirse en una sola, ¿qué es el hombre? -pregunta antropológica-, fueron contestadas de muy distintas maneras en el siglo XIX y XX; la postura general, más o menos, fue la de Luis Cernuda: "No sé nada, no quiero nada, no espero nada, y aun si pudiera esperar algo, sólo sería morir donde no hubiese penetrado esa grotesca civilización que envanece a los hombres". Pero la resupuesta mejor sigue siendo la misma humilde que dio Kant: el sacrificio, el trabajo, el esfuerzo, en suma, el heroísmo vulgar de ser uno mismo, pero también no creerse mejor que otro y respetarlo como a uno mismo. Y eso se veía también en los viejos principios del derecho romano: honeste vivere, alterum non laedere, suum cuique tribuere: vivir rectamente, no perjudicar a otro, ocuparse de los propios asuntos y dar a cada cual lo suyo.

SI

Puedes conservar tu cabeza, cuando a tu rededor
todos la pierden y te cubren de reproches;
Si puedes tener fe en ti mismo, cuando duden de ti
los demás hombres y ser igualmente indulgente para su duda;
Si puedes esperar, y no sentirte cansado con la espera;
Si puedes, siendo blanco de falsedades, no caer en la mentira,
Y si eres odiado, no devolver el odio; sin que te creas,
por eso, ni demasiado bueno, ni demasiado cuerdo;

SI
Puedes soñar sin que los sueños, imperiosamente te dominen;
Si puedes pensar, sin que los pensamientos sean tu objeto único;
Si puedes encararte con el triunfo y el desastre, y tratar
de la misma manera a esos dos impostores;
Si puedes aguantar que a la verdad por ti expuesta
la veas retorcida por los pícaros,
para convertirla en lazo de los tontos,
O contemplar que las cosas a que diste tu vida se han deshecho,
y agacharte y construirlas de nuevo,
aunque sea con gastados instrumentos!

SI
Eres capaz de juntar, en un solo haz, todos tus triunfos
y arriesgarlos, a cara o cruz, en una sola vuelta
Y si perdieras, empezar otra vez como cuando empezaste
Y nunca mas exhalar una palabra sobre la perdida sufrida!
Si puedes obligar a tu corazón, a tus fibras y a tus nervios,
a que te obedezcan aun después de haber desfallecido
Y que así se mantengan, hasta que en ti no haya otra cosa
que la voluntad gritando: “persistid, es la orden!!”

SI
Puedes hablar con multitudes y conservar tu virtud,
o alternar con reyes y no perder tus comunes rasgos;
Si nadie, ni enemigos, ni amantes amigos,
pueden causarte daño;
Si todos los hombres pueden contar contigo,
pero ninguno demasiado;
Si eres capaz de llenar el inexorable minuto,
con el valor de los sesenta segundos de la distancia final;

Tuya será la tierra y cuanto ella contenga
Y -lo que vale más- serás un hombre! hijo mío!

Si

Si puedes mantener intacta tu firmeza
cuando todos vacilan a tu alrededor,
si cuando todos dudan, fías en tu valor
y al mismo tiempo sabes perdonar su flaqueza...

Si sabes esperar y a tu afán poner brida,
si siendo blanco de mentiras esgrimes la verdad
O siendo odiado, al odio no le das cabida
y ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad...

Si sueñas, pero el sueño no se vuelve tu rey,
si piensas y el pensar no mengua tus ardores,
si el triunfo y el desastre no te imponen su ley
y los tratas igual que a dos impostores....

Si puedes soportar que tu frase sincera
sea trampa de necios en boca de malvados,
o mirar hecha trizas tu dorada quimera
para tornar a forjarla con útiles mellados...

Si todas tus ganancias puestas en montón
las arriesgas osado en un golpe de azar
y las pierdes, y luego con bravo corazón
sin hablar de tus perdidas, vuelves a comenzar...

Si puedes mantener en la ruda pelea
alerta el pensamiento y el músculo tirante,
para emplearlo cuando en ti todo flaquea
menos la voluntad que te dice ¡adelante!...

Si entre la turba das a la virtud abrigo,
si no pueden herirte ni amigo ni enemigo,
si marchando con reyes del orgullo has triunfado,
si eres bueno con todos pero no demasiado...

Y si puedes llenar el preciso minuto
con sesenta segundos de un esfuerzo supremo
tuya es la tierra y todo lo que en ella habita,
y lo que es más: serás un hombre, hijo mío.

SI...

Si cuando todo está perdido
puedes el alma levantar
y aunque los tuyos te denigren
no haces caso de su maldad;

si cuando todos de ti duden
puedes en ti mismo esperar
sin que la espera te fatigue
ni enflaquezca tu voluntad;

si a la calumnia no respondes
si te odian y no aprendes a odiar
si no haces gala de tu ciencia
ni ostentación de tu bondad;

si sueñas y no te dejas
de tus sueños dominar
si piensas, mas no concientes
que te esclavice tu pensar;

si ni el triunfo ni la derrota,
turban tu serenidad
y a esos dos grandes impostores
los contemplas con rostro igual;

si a los histriones de la plebe
puedes tranquilo tolerar
que conviertan en torpe engaño
el esplendor de tu verdad;

si las obras que más amaste
ves derribadas sin piedad,
y tratas con rotos fragmentos
de reconstruir tu ideal;

si de todos tus grandes triunfos
puedes, sereno, hacer un haz,
para aventurarlo sin miedo,
a un solo golpe del azar;

si pierdes y no lamentas
si cuando sientes caducar
tus nervios y tu cerebro,
"Firmes" les grita tu voluntad;

si hablas con las multitudes
sin desmentir tu dignidad
y puedes tratar con los reyes
sin creerte de estirpe real;

si ni amigos ni detractores
rompen tu ecuanimidad
y aunque todos contigo cuenten
nadie te logra cautivar,

si sesenta segundos de avance
te bastaren para saldar
en el balance de tus días
el minuto implacable y fatal...

Cuando a eso llegues y eso alcances,
tuyo el mundo entero será,
y lograrás algo más grande,
hijo mío, un hombre serás


Si

Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila,
cuando todo a tu lado es cabeza perdida.
Si tienes en ti mismo una fe que te niegan
y no desprecias nunca las dudas que ellos tengan.

Si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera.
Si engañado, no engañas.
Si no buscas más odio, que el odio que te tengan.
Si eres bueno, y no finges ser mejor de lo que eres.

Si al hablar no exageras, lo que sabes y quieres.
Si sueñas y los sueños no te hacen su esclavo.
Si piensas y rechazas lo que piensas en vano.
Si alcanzas el TRIUNFO ó llega tu DERROTA,
y a los dos impostores les tratas de igual forma.

Si logras que se sepa la verdad que has hablado,
a pesar del sofisma del Orbe encanallado.
Si vuelves al comienzo de la obra perdida,
aunque esta obra sea la de toda tu vida.

Si arriesgas de un golpe y lleno de alegría,
tus ganancias de siempre a la suerte de un día,
y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea,
sin decir nada a nadie lo que eres, ni lo que eras.

Si logras que los nervios y el corazón te asistan,
aún después de su fuga, en tu cuerpo en fatiga,
y se agarren contigo, cuando no quede nada,
porque tú lo deseas, lo quieres y mandas.

Si hablas con el pueblo, y guardas la virtud.
Si marchas junto a Reyes, con tu paso y tu luz.
Si nadie que te hiera, llega a hacerte la herida.
Si todos te reclaman, y ninguno te precisa.

Si llenas el minuto inolvidable y cierto,
de sesenta segundos, que te llevan al cielo.
TODO lo de esta Tierra será de tu dominio,
Y mucho más aún ...

¡ Serás un HOMBRE, hijo mío !


Si

Si puedes mantener la cabeza cuando todo a tu alrededor
pierde la suya y te culpan por ello;
Si puedes confiar en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero admites también sus dudas;
Si puedes esperar sin cansarte en la espera,
o, siendo engañado, no pagar con mentiras,
o, siendo odiado, no dar lugar al odio,
y sin embargo no parecer demasiado bueno,
ni hablar demasiado sabiamente;

Si puedes soñar
-y no hacer de los sueños tu maestro;
Si puedes pensar
-y no hacer de los pensamientos tu objetivo;
Si puedes encontrarte con el triunfo y el desastre
y tratar a esos dos impostores exactamente igual,
Si puedes soportar oír la verdad que has dicho
retorcida por malvados para hacer una trampa para tontos,
O ver rotas las cosas que has puesto en tu vida
y agacharte y reconstruirlas con herramientas desgastadas;

Si puedes hacer un montón con todas tus ganancias
y arriesgarlo a un golpe de azar,
y perder, y empezar de nuevo desde el principio
y no decir nunca una palabra acerca de tu pérdida;
Si puedes forzar tu corazón y nervios y tendones
para jugar tu turno mucho tiempo después de que se hayan gastado
y así mantenerte cuando no queda nada dentro de ti
excepto la Voluntad que les dice: “¡Resistid!”

Si puedes hablar con multitudes y mantener tu virtud
o pasear con reyes y no perder el sentido común;
Si ni los enemigos ni los queridos amigos pueden herirte;
Si todos cuentan contigo, pero ninguno demasiado;
Si puedes llenar el minuto inolvidable
con un recorrido de sesenta valiosos segundos.
Tuya es la Tierra y todo lo que contiene,
y —lo que es más— ¡serás un Hombre, hijo mío!


If…

If you can keep your head when all about you
Are losing theirs and blaming it on you;
If you can trust yourself when all men doubt you,
But make allowance for their doubting too;
If you can wait and not be tired by waiting,
Or, being lied about, don't deal in lies,
Or, being hated, don't give way to hating,
And yet don't look too good, nor talk too wise;

If you can dream - and not make dreams your master;
If you can think - and not make thoughts your aim;
If you can meet with triumph and disaster
And treat those two imposters just the same;
If you can bear to hear the truth you've spoken
Twisted by knaves to make a trap for fools,
Or watch the things you gave your life to broken,
And stoop and build 'em up with wornout tools;

If you can make one heap of all your winnings
And risk it on one turn of pitch-and-toss,
And lose, and start again at your beginnings
And never breath a word about your loss;
If you can force your heart and nerve and sinew
To serve your turn long after they are gone,
And so hold on when there is nothing in you
Except the Will which says to them: "Hold on";

If you can talk with crowds and keep your virtue,
Or walk with kings - nor lose the common touch;
If neither foes nor loving friends can hurt you;
If all men count with you, but none too much;
If you can fill the unforgiving minute
With sixty seconds' worth of distance run -
Yours is the Earth and everything that's in it,
And - which is more - you'll be a Man my son!



1 comentario:

  1. Más allá de contextos y polémicas el poema es una maravilla.

    ResponderEliminar