viernes, 1 de enero de 2010

Soledades

No se puede apreciar la compañía sin la soledad, ni la soledad sin la compañía. Es difícil encontrar a alguien que complete porque es todo aquello que no eres y, además, te entienda, incluso perfectamente. Esa reciprocidad es lo que se suele llamar amor con mayúsculas, pero es difícil que uno tenga la fortuna, o la baraka, o lo que sea, de encontrarlo en una sola vida y ni siquiera en un ciclo entero de reencarnaciones; muchos lo han buscado con ansia y nunca llegaron ni siquiera a vislumbrarlo, aunque unas pocas veces, en efecto, ocurre, ha ocurrido; y cuando ocurre, muchos grotescos escritores que lo vislumbran de lejos han dado una visión tan ridícula de él, un panorama tan paupérrimo de lo que consiste, que uno piensa que en realidad ni siquiera saben de qué están hablando o ni siquiera lo han sospechado o imaginado, cuanto más y mucho menos conocido.

1 comentario:

  1. Infierno

    La soledad es el averno, la compañía ángeles caídos. Quien encontró el amor aquí fue incapaz de alimentarlo, dímelo a mi, que soy amado como un sultán y sin embargo me niego a aceptar la sumisión que desprende.

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