El Marlow de Conrad, juzgando a Kurtz: "Su mente seguía siendo perfectamente lúcida, pero su alma estaba loca...".
Y describiendo la selva: "Remontar aquel río era como volver a los inicios de la Creación, cuando la vegetación estalló sobre la faz de la Tierra y los árboles se convirtieron en reyes".
José Eustasio Rivera. La vorágine, comienzo: "Antes de que me hubiera apasionado por mujer alguna, jugué mi corazón al azar y me lo ganó la Violencia".
Jack London, en el frío: "La Naturaleza tiene muchas artimañas para convencer al hombre de su finitud: el incesante fluir de las mareas, la furia de la tormenta, la sacudida del terremoto, el largo retumbar de la artillería del cielo... Pero la más estremecedora y terrible de todas es la pasividad del silencio blanco. Cesa todo movimiento, el aire se despeja, los cielos se vuelven de latón; el más pequeño susurro parece un sacrilegio y el hombre se torna tímido, asustado del sonido de su propia voz. El temor a la muerte, a Dios y al Universo se apodera de él; y también su esperanza en la resurrección y la vida".
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