El neurólogo estadounidense David Eagleman deja a un lado la ciencia y la racionalidad para imaginar qué será de nosotros una vez pasados a la otra vida. Lo hace con un libro, 'Sum' (Espasa), que marca su debut como escritor de ficción y que en Estados Unidos se ha convertido ya en un éxito. Un ejercicio de fantasía y creatividad en varios cuentos con los que invita a imaginar 40 mundos posibles tras la muerte. Ahí van cinco de ellos:
El resumen de tu vida te espera
Al morir no hay paraíso ni infierno. Una vez al 'otro lado' revives todas tus experiencias, con la diferencia que "los acontecimientos siguen otro orden: están agrupados por actividades". Prepárate entonces para afrontar 35 años durmiendo de un tirón, 200 días bajo el agua de la ducha, meses enfrente de la tele, dos años de aburrimiento o tres comiendo. Eso, y una media de siete meses de sexo.
Dios es 'old school'
Llegas a la otra vida y te enfrentas a una cola que no avanza, preguntas por información y la empleada contesta de forma impertinente. El Paraíso resulta ser muy parecido a una oficina, dominada más por la burocracia que por justicia divina. Te preguntas donde esté Dios y descubres que se ha jubilado desde hace tiempo: ni siquiera sabía usar el ordenador. ¿Quién está al mando entonces? Los ángeles, quienes se reunieron en comité para quitarle el oficio a Dios y hacerse con la gestión de todo. Tristemente han aprendido de los humanos y eso es la causa de muchas meteduras de patas y errores burocráticos...
Muerte 'estilo Amenábar'
Como resultado de una sociedad tecnológica y capitalista, el hombre es por fin dueño de su 'otra vida' y puede elegir como será. Por un precio razonable puedes "descargarte tu conciencia a un ordenador y vivir para siempre en el mundo virtual" de tus sueños. Decides cuándo morir y los técnicos de la empresa se encargan de recrear, en secuencias de cero y uno, la estructura de tu celebro. Solo hay una duda: ¿Y si el sistema no funcionara?
El Paraíso existe... pero le falta algo
"El cielo era aproximadamente como la gente decía que sería: vastos jardines repletos de flora y fauna, ángeles con arpas, el clima de San Diego. Pero al llegar por primera vez, te sorprendió descubrir que todo se encontraba en mal estado". La ausencia de Dios es la causa de todo esto. Los ángeles, que viven como vagabundos, te ofrecen una cancioncilla tocada con sus viejas arpas a cambio de una limosna.
Hay quien dice que Dios se ha ido y otros que creen que se ha vuelto loco y ya no le interesa su creación. Lo que encuentras al morir es más parecido a la realidad de la cual vienes: un mundo de peleas, guerras, contradicciones y desesperación. Hasta los ángeles dudan que Dios haya existido alguna vez...
Un resultado inesperado
¿Y si Dios existiera y, sin embargo, nosotros fuéramos el resultado de la evolución? En el cuento 'Semillas', el autor se imagina un Dios que jugando con las partículas se enfrenta a la vida y crea el ser humano por casualidad. Se trata de su creación favorita. Inicialmente sorprenderlo es fácil: es suficiente con un tornado o con un terremoto para contar con su ciega veneración, pero pasan los siglos y la evolución de esta criatura le lleva a sustituir la fe por la ciencia. ¿Y si descubriera el 'engaño'?
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