Del blog de Rosa Moreno, profesora de lengua:
MITOS SOBRE LOS PROFESORES
1. Los profesores trabajan poco...
La idea popular y generalizada de que trabajamos tres o cuatro horas al día es totalmente falsa, son muchas más horas y lo que trabajamos no se reduce a la jornada del instituto, en nuestra casa seguimos preparando las clases, corrigiendo exámenes, etc. Yo, como ya sabéis, tengo un blog de lengua y literatura que empecé a hacer por los alumnos (¡algo extra! con lo vagos que somos y la poca vocación que tenemos) y por hacer este blog no cobro ni un céntimo de euro más que mis compañeros y son muchas las tardes que dedico a realizar entradas que probablemente no sean leídas por mis alumnos.
Por otra parte, cinco clases seguidas suponen un desgaste intelectual y físico importante para un profesor, los que trabajan en esta profesión seguro que me entienden perfectamente. Tenemos grupos, niveles, contenidos y problemáticas diferentes y tenemos a que adaptarnos a ellos. Esto, unido a las dificultades que debemos afrontar en el aula, nos puede producir saturación, enfado o desencanto pero intentamos llevarlo lo mejor posible a pesar de todo.
2. El profesor tiene manía a los alumnos...
La socorrida manía del profesor al alumno y que corregimos con arbitrariedad es otra falacia. Yo personalmente, corrijo a todos por igual, es más si puede favorecer al alumno siempre lo hago. Es curioso que hay alumnos con muy buenas notas (¿Nadie les tiene manía?) y otros que suspenden todas (¡Qué mala suerte tienen!¡Todos los profesores les tienen manía!)
3. Los profesores no tienen vocación...
Ante la idea de que los profesores no tenemos vocación os diré que yo también estudié en la escuela pública y es cierto que hay profesores de todos los tipos, buenos y malos, con vocación y sin ella, pero esto sucede en todas las profesiones. Os aseguro que yo no decidí ser profesor por estar "a lo caliente" (para eso hay muchas otras profesiones con menos complicaciones y mejor sueldo) sino que si estoy aquí es por vocación. Es más, yo estudié Periodismo y a partir del tercer curso, compaginé esta carrera con Filología Hispánica. Soy licenciada en estas dos carreras y aprobé la oposición a secundaria entre muchos candidatos que se presentaban. He llegado donde estoy después de muchos años de trabajo y sacrificios, estudiando mucho y nadie me ha regalado nada. Por otra parte, yo decidí ser profesora y por supuesto que tengo vocación e ilusión por mi trabajo.
4. Los profesores no están preparados para desempeñar su profesión...
Los profesores si están preparados para desempeñar su trabajo, ya que han tenido que realizar unos estudios superiores. Aún así os diré que me parece bien que se exija más nota para ser profesor pero que esa exigencia se acompañe de apoyo al profesorado, valoración de su figura y aumento de su sueldo, ya que actualmente nuestra imagen está desprestigiada y nuestro poder adquisitivo se ha reducido considerablemente en los últimos años. Además, los profesores de la pública hemos pasado por una oposición y no hemos sido elegido "a dedo", estamos aquí por nuestro méritos personales y no por criterios arbitrarios.
4. Los profesores tienen demasiadas vacaciones...
Las criticadas vacaciones de verano no son un lujo, son una necesidad para el profesorado y para el alumnado. Sólo tenéis que ver que las clases son imposibles cuando llegamos al mes de junio. Y además unos se llevan la fama y otros cardan la lana porque hay otras muchas profesiones que tienen las mismas vacaciones que los profesores o más y nadie se mete con ellos.
5. Para que la educación funcione tiene que estar más vigilada...
También discrepo totalmente en que para que la educación funcione bien debe estar más vigilada por los inspectores. Nada más lejos de la realidad. Los países en los que mejor funciona la educación, como Finlandia son los menos vigilados, los profesores tienen plena libertad, los padres confían en los profesores que son una autoridad, la confianza es la base del sistema y no la supervisión.
6. La educación pública funciona mal porque tiene malos profesionales...
Si la educación pública pasa por malos momentos no es por culpa de los profesores sino por las lamentables medidas adoptadas por nuestros políticos, medidas tales como reducir considerablemente el presupuesto educativo en tiempos de crisis, mandar a profesores con juventud y vocación al paro, suprimir plazas, obligar a profesores a impartir materias que no son las suyas, aumentar el número de alumnos por clase, aumentar el número de horas lectivas al profesorado, etc. etc.
En conclusión...
Si alguno de vosotros envidia a los profesores, yo les animo a que sean profesores en el futuro, que vivan lo que realmente hay y luego critiquen. Os aseguro que la docencia no es una profesión para vagos y que es desmotivador trabajar en la educación: alumnos que pasan de todo y hagas lo que hagas no se motivan porque la motivación no está en ellos mismos, alumnos que se saben todos los derechos pero ni una sola de sus obligaciones, padres que ante una sanción a su hijo reaccionan dando la razón al niño y desprestigiando al profesor, etc.
Ser profesor es mucho más difícil de lo que parece y aunque tal vez tengáis experiencias negativas con algunos profesores, os aseguro que la mayoría de los docentes nos preocupamos por los alumnos (por eso, recibimos a padres cuando no nos corresponde, hablamos con los alumnos de manera personalizada, hay profesores que se quedan dando clase por las tardes con los alumnos de 2º de Bachillerato...) y también os digo para que la educación pública vaya hacia delante tenemos TODOS que defenderla.
Sino en el futuro la educación será sólo para aquéllos que tengan poder adquisitivo y los que no tengan medios se quedarán sin alfabetizar, un mundo muy justo como veis. Algunos de vosotros pronto iréis a la universidad y veréis las desorbitadas tasas que tendréis que pagar. Si decidís seguir estudiando tendréis que hacer un gran sacrificio personal y económico y cuando terminéis la carrera veréis lo difícil que es encontrar un puesto de trabajo. Después de realizar esos años de carrera, tal vez os daréis cuenta que llegar a una profesión cualificada requiere de muchos sacrificios y tal vez valoréis más a los profesores que tuvisteis.
Si realmente queréis hacer algo provechoso por vosotros mismos formaos, aprovechad todo lo que os puedan enseñar vuestros profesores y apoyad a los que trabajan por y para vosotros.
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