He visto la opera prima de Sofía Coppola, quien ya había llamado la atención, incluso la mía, tan distraída, por Lost in traslation, esa comedia amarga que recuerda en algunos aspectos al mejor Antonioni, aunque no tanto como en este drama. Es una película de construcción poética por sus símbolos (los olmos enfermos, las máscaras de gas, las celosías de hierro, las revistas de viajes, los aeromodelos, los vestidos de saco), por sus cruces de silencios y miradas, y por los huecos que hay entre las palabras. Las cinco flores raras de las hermanas y los chicos de esa dolida adolescencia se mueven como torpes marionetas, encerrados en sus impolutos vestidos, con expresiones fijas que se vuelven máscaras estereotipadas; los lenguajes se hacen incómodamente inexpresivos, artificiales, como la música desvaída y distante y los destellos solipsistas del morse luminoso que (des)conecta a los chavales con sus diosas menores al otro mundo de la calle. El contenido existencial se filtra a través de la prisión de los convencionalismos sociales, religiosos y morales, y aturden con su belleza alguna vez hallazgos formales minimalistas como el resol a través de las hojas de otoño. Odiosa es la madre, pero aparece a tal distancia de deshumanización que se transforma en un ente abstracto, en una parte más de esa atmósfera de años setenta que Coppola ha sabido recrear tan bien. Algo de eso hay también en Lost in traslation, con ese Bill Murray perdido en las desproporciones entre lo lejano y lo cercano de un Japón crepuscular de trazos fluorescentes y enanos sonrientes como duendes donde todo está tan caligráficamente ordenado como en un cementerio. En Las vírgenes suicidas los (des)personajes son en irrealidad tipos: el lerdo padre, la madre castrante, las hijas de invernadero, formando poses de anarquía tiradas en la cama mientras esperan la redención suicida en una pompa fúnebre de jabón. La imposibilidad de la pasión, la asfixia del sentimiento incomunicado se elevan a categoría en este filme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario