¿Se puede, es posible enseñar bien? Sí, si se enseñan cosas que no exigen esfuerzo; sí, si la gente desea ser enseñada; pero lo que la gente desea hoy en día no es conocimiento, es un buen cuerpo, una buena epidermis, una buena forma de hacer la danza del vientre y un buen enchufe. Y razón no les falta: con el conocimiento hoy en día sólo se puede llegar a ser un buen mileurista o a tener una hipoteca tan grande como pequeño es el piso donde uno mora. ¿Cómo enseñar a una gente que quiere vivir de sus padres o de sus amigos, con la cabeza llena de dibujos animados y cuya mayor aproximación a una idea de moral es la ética de los concursos televisivos? No son ni siquera individuos, sino apéndices de una moto móvil o de una idea fija. Les gusta la velocidad, porque eso les impide centrarse en una sola cosa; les encanta la velocidad, aunque no sepan hacia dónde van, ni para qué, tan deprisa. Cualquiera diría que están huyendo de las ecuaciones de tercer grado.
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