jueves, 14 de agosto de 2008
El saber
Cualquiera que haya estudiado y aprendido algo verdaderamente sabrá que lo único que se puede extraer de tal experiencia es una profunda y verdadera humildad. Quien saque otra cosa sin duda andará errado y no habrá entendido nada de nada, porque solamente los humildes son capaces de recibir. Esta humildad es activa: es una duda, no una fe; y si es una fe, es solamente la fe de no saber maldita la cosa y de desear saber más: un impulso, como el deseo de amar, como el deseo de vivir, como el deseo a secas. Porque mayor que el amor es el deseo de amor, mayor que el saber es el deseo de saber, mayor que la vida es el deseo de vivir.
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