domingo, 22 de febrero de 2009

Cosas de chinos

Entre los chinos regalar un reloj se considera una ofensa terrible. Incluso es una torpeza si es un occidental quien lo hace, es de malísimo gusto. Reloj singnifica en china muerte. Es como si le estuvieras midiendo el tiempo a una persona. Por eso no hay relojes de esfera en China en las torres. ¿Curioso, no? Yo me he enterado de esto porque una de mis hijas tiene una amiga china. Esta amiga china tiene grandes apuros para dominar el inglés, porque en chino no hay preposiciones; tampoco hay tiempos verbales, lo cual hace que conjugar los españoles sea para ellos un lío y un tormento, ya que a ellos les basta con la raíz y un adverbio: yo cantar mañana es lo mismo que cantaré. Ya hablé en otra ocasión sobre las cuatro entonaciones del chino, que sirven para declinar una palabra y una frase; la entonación y el orden de palabras, muy rígido en chino, suplen en mandarín la falta de preposiciones. Por otra parte los estudiantes chinos poseen una voluntad de hierro: la amiga de mi hija se acuesta a las cuatro de la madrugada estudiando, ya que el resto del día va al instituto y trabaja. Eso es disciplina, carajo. Por desgracia semejante carencia de ocio les causa unas lagunas culturales de cuidado: por ejemplo, la amiga de mi hija no sabía quién era Frankenstein y se quedó con la boca abierta cuando le explicaron de qué se trataba. De esas cosas no hablan los chinos, sino de otras cosas más amarillas.

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