jueves, 10 de septiembre de 2009

Miedo, re-sentimiento y re-conocimiento

Eso es lo que hay en España, en proporciones casi inagotables. Mucho miedo. Un miedo que viene atesorándose desde la Guerra Civil, un miedo que constituye el cemento y el ladrillo de toda represión, de toda injusticia, de todo trastorno; un miedo que no hay que confundir con el respeto: el respeto está hecho a partes iguales de odio y amor, o de odio y admiración, si se prefiere; los alumnos españoles de ahora no han mamado ese miedo histórico, por eso les suele faltar o no saben diferenciarlo del respeto. El miedo sale de los silencios, de los ninguneos, de las fosas de la Guerra Civil, de los telediarios, de los crímenes olvidados, de las personas a las que les gusta mandar, de las mentiras, de la pobreza, de los bancos, de la gente que no saluda, que no habla, que no escribe, que no lee.

La mayoría de las personas se mueven más por sentimientos que por razones; el cerebro es un vago que suele guiarse siempre por los mismos carriles, y si puede abandonarse a los sentimientos no necesita costosas y fatigosas razones; pero hay razones y sentimientos buenos y malos, aunque suelen ser las razones siempre mejores que los sentimientos, y los sentimientos positivos pueden casi siempre reducirse a razones. Por lo general, las razones mejores y más penetrantes son las verdaderas, que son humildes, apocadas y oscuras, difíciles de encontrar sino es fijándose mucho y dando muchas vueltas; y los sentimientos malos los más exaltados y gritones, los más visibles y frecuentados, los más disponibles, los que ves todos los días. Véase por ejemplo la relación entre dos magníficas palabras castellanas: re-sentimiento y re-conocimiento. A través de estas dos palabras, y a pesar de que ni todo sentimiento es malo, ni todo conocimiento bueno, puede traslucirse que el sentimiento es malo, pocas veces se comparte, es individualista y egoísta, al igual que el miedo; el conocimiento sin embargo es bueno y puede ser compartido más fácilmente, es más social, pero para ejercerlo tenemos que dejar de ser yoes, dejar de ser nosotros mismos, humillarnos y apocarnos. Sin embargo, los narcisistas de los políticos utilizan los sentimientos para manipular a las masas, no las razones, que los degradan y ensucian y llegan a menos gente,aunque sean las más necesarias para la sociedad.

Hay gente tan suspicaz que cuando oye cualquier cosa ya está pensando "con qué intención lo dijo y para qué". Operan siempre sobre una sólida peana o fundamento de prejuicios, construido con sentimientos frecuentados, esto es, re-sentimientos. Reelaboran y marean las palabras para acentuar sus propias paranoias, y se alejan de la razón clara y compartida, que siempre es benigna y justa, aunque no nos pone peana, sino que nos humilla y nos mete dentro de un agujero en las razones frecuentadas o re-conocimientos. De esa manera la razón se pervierte porque es dirigida por sentimientos y se convierte en un monstruo, como quería Goya; pero la verdadera razón es luminosa, grata, compartida, social, optimista, positiva... aunque modesta y difícil.

2 comentarios:

  1. Para filosofar hace falta conocer a las personas, animales enseñados, y no a los chavales todavía por enseñar (se). Goya dixit.

    El miedo es animal, no nacional. No conozco plantas o piedras con miedo, pero sí perros que han sufrido apaleamientos de los que, con dificultad, lograron recuperarse psicológicamente. Freud, Eros y tanatos.

    Una mano levantada bastaba. Leyenda del Capricho 999.

    Ninguna guerra es civil, todas tienen un compenente externo y las guerras entre países desgajan a los contendientes en su interior, en mayor o menor medida. W. Churchill

    Pregúntenle a los internacionales, la CTV, la Condor o el NKVD, sin citar a los estados que financiaron la adquisición de armamento, con la armas que había aquí no habría durado seis meses. Informe de Álvarez Del Vayo a la Sociedad de Naciones, 1937.

    Respecto a las supuestas guerras entre países, les pueden preguntar a los voluntarios ucranianos o letones o a los belgas, franceses, holandeses, griegos y demás colaboracionistas con los nazis. Conversación entre Del Vayo y Prieto cuando almorzaban en DF principios de 1953 para valorar el giro de la política estadounidense respecto a España.

    El miedo y el respeto no se hallan en la misma escala. El primero se se gradúa desde el peligro real o imaginario y el segundo desde la estima. Un ser todopoderoso no conocerá el primero, pero puede hartarse a respetar. Un respetuoso judío tiene buenas razones para sentir miedo si vive en la europa continental, en 1939 y seguramente ahora, por eso casi nadie entiende la política exterior y de seguridad de israel. Diccionario razonado de castellano para sefardíes.

    El miedo surge pues de la incapacidad de neutralizar un ataque real o imaginario, no de los silencios y sí de las fosas, que son recuerdos de otros ataques perpetrados contra seres semejantes a quien lo padece. Auto razonado del juez Garzón en la causa promovida por Manos Limpias.

    No te creas que la vida es más fácil para los sentimentales, ellos también sufren para construir su universo. Y no es mejor el universo hecho de razones que el formado por los sentimientos. Ambos son válidos si se sujetan en el amor propio y en el ajeno. John Lennon, Imagine.

    El miedo tampoco surge del lenguaje más o menos poético del telediario, de leer o de no leer, de saludar o de querer medrar, esa no es la cuestión. Shakespeare

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  2. Las personas se mueven por el interés que puede decirse que se apoya en razones o sentimientos, aunque es más propio decir que nace de sus necesidades o de la percepción que tienen de ellas. Dudo que nadie que no haga trayectos largos habitualmente necesite un mercedes, sin embargo, lo compran, sin duda para mostrar poderío, cómo no. Confidencia de Mariñas a Belén Estebán en el descanso publicitario de Sálvame, 17-9-09.

    Respeto al prefijo re. Decir que el genio del idioma ha llevado a las palabras a habitar bandos morales, que se pegan al subconsciente colectivo, la interacción simbólica es evidente, y dinámica. Así las palabras quieren y pueden mostrar más que una simple descripción, entonces se convierten en arietes, en caballos de batalla. No hay razón objetiva para que no pueda resentir el placer y la satisfacción de estar con un ser querido, pero en castellano no lo haré. Y reconocer, repetir o rellenar descienden del sentido lógico de volver a realizar una acción. Sin embargo nunca oí a nadie decir que recomunicó con nadie, ni nada, simplemente se repite la cantinela: "le llamaba a la oficina y estaba todo el rato comunicando, comunicando y comunicando, ya sabes". "Intenté varias veces comunicar con él y fue imposible, no escuchaba". Pero nadie dice, algo que va en contra de la economía del lenguaje, "le llamaba a la oficina y recomunicaba", "intenté recomunicarme con él y fue imposible, no escuchaba". Lázaro Carreter.

    El individualismo, el egoísmo son estrategías, posturas o posiciones, para alcanzar los objetivos sentimentales o racionales. Y ninguna estrategia es rechazable a priori, el buen general sabe adaptarla a las circunstancias del momento para sacar el mayor provecho de sus siempre menguadas fuerzas. Napoléon a Josefina en el momento que le comunica su separación.

    Alambicar el lenguaje procede del gusto por el esperpento, la risa y lo diabólico, encriptar la palabra para hacer hacer brotar la imaginación, lo que viene muy bien para los dobles sentidos, ¿quién ligaría en la pubertad sin ellos?, pero, sobre todo, se usa para conmover. Mover a los inmóviles, aburridos kantianos con horarios rígidos, que predeterminan qué hacer en la vida. Lorca cuando miraba el Hudson cogido de la mano de un marinero zumbón.

    El rizo se alcanza cuando se supone que los sentimientos pueden desvirgar a la razón, tan pura ella y elevada, tan diosa como en tiempos de Aristoteles. Nieschtze, Así habló Zaratustra.

    Juzgas fatal la leyenda goyesca, habla de quién, orillando la realidad, razona (sueña) cómo se deben hacer las cosas, ese es el mounstro, su imaginación no se adapta a la realidad circundante, a las personas, y son éstas y aquellas las que deben plegarse a la diosa. Quien se negare, incluso quien moleste, tendrá que pasar por el gulag, el campo de exterminio o le raparán la cabeza. Algún día habrá que reconocer que franquito fue mucho menos asesino que muchos de sus contemporáneos. Carlos poco antes de acostarse.

    Por último, no te tomes a mal nada de esto que es un simple ejercicio de retórica.

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