De Santa Cruz fue a Almagro, pueblo grande, de buena planta, con mucha gente distinguida, y varias Comunidades que le autorizan. En el zaguán de las casas de Ayuntamiento está embutida en la pared ( frente de la puerta) la siguiente Inscripción , que publicó nuestro Rmo. en su Tomo VIL, pero notando en ella algunas variedades, la copió de su puño , por lo que se reproduce aquí arreglada á su original.
485 De Almagro fue a Ciudad-Real, y se pasa por Miguelturra, y Peralvillo. Miguelturra dista media legua corta de Ciudad-Real, y es de la Orden de Calatrava. Rades en su Chronica dice que se poblaba esta Villa por los años de mil trescientos y dieziocho ; pero á mí me aseguraron que en el mil trescientos y trece siguió un pleyto muy reñido con el Consejo de la Mesta. El citado Rades refiere una batalla campal que se dio en un llano cerca de Ciudad-Real y Miguelturra, entre los Caballeros de Calatrava , y vecinos de Ciudad-Real , y que estos quemaron las casas de Migueíturra é hicieron otros insultos. Todo lo qual contrahe Rades á la Era mil trescientos y sesenta, diciendo, que fue año del Señor de mil trescientos y veintiocho; pero , ó bien la Era, ó bien la reducción que hace está errada.
Peralvillo es un lugar en donde de immemorial ha egecutado la Santa Hermandad de Ciudad-Real su justicia con los reos de pena de muerte. Ciudad-Real tiene mucha extensión, buenas calles, y mejor plaza. Dicese que en el año de mil doscientos y sesenta y dos la cimentó el Rey Don Alphonso el Sabio cerca de Alarcos, en un sitio llamado Pozuelo de Don Gil, y que le puso el nombre de Villa Real. Acaso ésta es traslación ó repoblación, si se supone que su Santa Hermandad tuvo principio quando la de Toledo. Lo que se sabe es, que el Infante Don Sancho, (después Rey Don Sancho IV) hijo mayor, y heredero del Rey Don Alphonso el Sabio, dio á Don Juan Gómez, Maestro de la Orden de Calatrava, la Villa de Villa Real , con todos sus derechos, &c. como consta de su Carta dada en Córdoba a siete de Agosto de la Era M.cccviii. (año mil doscientos y ochenta) en la qual aunque estaba declarado Rey por los disgustados del Gobierno, no quiso tomar el nombre, mientras vivió su padre, y solo se intitulaba hijo mayor y heredero del Rey Don Alphonso.
Es famosa la Santa Hermandad de Ciudad-Real instituida para perseguir vandoleros y salteadores de caminos, de que se experimentó mucho después de la batalla de las Navas de Tolosa. Su fundación, juntamente con la de Toledo, y Talavera, se debe contraher al tiempo del Rey San Fernando III. del qual se sabe que dio principio a la de Toledo (y todas tres vienen á ser una) y, en el año de mil doscientos y veinte autorizando á todos los Colmeneros, para perseguir los vandoleros y salteadores; del término y montes de Toledo, que eran muchos con el abrigo de la vecindad de la frontera de los Moros. Aumetaronse estos vandidos con las disensiones civiles entre Don Alphonso el Sabio, y su hijo Don Sancho IV y la menor edad que se siguió de Don Fernando IV, llamándose todos ellos Golfines, y eligiendo entre sí una cabeza con nombre de Rey, llamado Carchena, con daño gravisimo de todo el Reyno de Toledo. Esto obligó á los Colmeneros, y Ballesteros de Toledo, Talavera, y Villa Real, (hoy Ciudad Real) á unirse en Hermandad, para perseguirlos. Los Reyes sostuvieron con grandes franquezas esta acertada resolución, y asi crecieron las tres Hermandades, hasta ser como son hoy, Tribunales compuestos de la primera Nobleza de estos Pueblos, y sus tierras. Llamase Hermandad vieja á distincion de las Hermandades nuevas que por la misma necesidad y fines establecieron los Reyes Cathólicos. El Papa Celestino V les concedió el titulo de Santa Hermandad, y exempcion de pagar diezmos de miel y cera, y el de Soldadas á sus criados, en el año de mil doscientos y noventa y quatro. El Rey Don Fernando IV les confirmó todos sus Privilegios, y les concedió el de usar de Sello. El Rey Don Pedro confirmó también todos sus Privilegios, y concedió uno, que trata de la ampliación de su jurisdicción, y fundación. Don Henrique II les concedió el que por todas las Justicias se le entregasen los Reos, que estuviesen procesados por la Santa Hermandad. Don Juan el I dio una Executoria para que la Santa Hermandad cobre el derecho de la Asadura mayor y menor. Ferran Alphonso, Caballero de Toledo , Regidor de la Santa Hermandad vieja de aquella Ciudad, y su Procurador en la Corte de Valladolid logró la Carta del Seguro para las tres Hermandades de Toledo, Talavera, y Villa Real, despachada en ventiseis de Febrero de mil quatrocientos y diez y siete por mandado de la Reyna Madre, y Tutora de Don Juan el II. Dicho Rey Don Juan , por súplica que le hicieron los Peones de la Hermandad, concedió el año de mil quatrocientos y veinte a VillaReal el titulo de Ciudad. Los Reyes Catholicos dieron Ordenanzas para el gobierno de la Santa Hermandad de Ciudad-Real. Y finalmente después han ido confirmando sus Privilegios todos los Señores Reyes hasta el presente , como se puede ver en el citado Quaderno de sus Ordenanzas.
El señor Don Bernardino de Loaisa (que de Dios goze) acompañó y dirigió al Mro. Florez él tiempo que estuvo en Ciudad-Real, y también le brindó con Monedas antiguas que tenia. De aqui pasó a Malagón, donde hay un Convento de Carmelitas Descalzas. La Posada es solo para arrieros. De Malagón fue a Puerto Lápiche, y al siguiente a Camuñas y Tembleque; el trece [de junio] a La Guardia y Aranjuez, y el catorce a Valdemoro y a Madrid.
485 De Almagro fue a Ciudad-Real, y se pasa por Miguelturra, y Peralvillo. Miguelturra dista media legua corta de Ciudad-Real, y es de la Orden de Calatrava. Rades en su Chronica dice que se poblaba esta Villa por los años de mil trescientos y dieziocho ; pero á mí me aseguraron que en el mil trescientos y trece siguió un pleyto muy reñido con el Consejo de la Mesta. El citado Rades refiere una batalla campal que se dio en un llano cerca de Ciudad-Real y Miguelturra, entre los Caballeros de Calatrava , y vecinos de Ciudad-Real , y que estos quemaron las casas de Migueíturra é hicieron otros insultos. Todo lo qual contrahe Rades á la Era mil trescientos y sesenta, diciendo, que fue año del Señor de mil trescientos y veintiocho; pero , ó bien la Era, ó bien la reducción que hace está errada.
Peralvillo es un lugar en donde de immemorial ha egecutado la Santa Hermandad de Ciudad-Real su justicia con los reos de pena de muerte. Ciudad-Real tiene mucha extensión, buenas calles, y mejor plaza. Dicese que en el año de mil doscientos y sesenta y dos la cimentó el Rey Don Alphonso el Sabio cerca de Alarcos, en un sitio llamado Pozuelo de Don Gil, y que le puso el nombre de Villa Real. Acaso ésta es traslación ó repoblación, si se supone que su Santa Hermandad tuvo principio quando la de Toledo. Lo que se sabe es, que el Infante Don Sancho, (después Rey Don Sancho IV) hijo mayor, y heredero del Rey Don Alphonso el Sabio, dio á Don Juan Gómez, Maestro de la Orden de Calatrava, la Villa de Villa Real , con todos sus derechos, &c. como consta de su Carta dada en Córdoba a siete de Agosto de la Era M.cccviii. (año mil doscientos y ochenta) en la qual aunque estaba declarado Rey por los disgustados del Gobierno, no quiso tomar el nombre, mientras vivió su padre, y solo se intitulaba hijo mayor y heredero del Rey Don Alphonso.
Es famosa la Santa Hermandad de Ciudad-Real instituida para perseguir vandoleros y salteadores de caminos, de que se experimentó mucho después de la batalla de las Navas de Tolosa. Su fundación, juntamente con la de Toledo, y Talavera, se debe contraher al tiempo del Rey San Fernando III. del qual se sabe que dio principio a la de Toledo (y todas tres vienen á ser una) y, en el año de mil doscientos y veinte autorizando á todos los Colmeneros, para perseguir los vandoleros y salteadores; del término y montes de Toledo, que eran muchos con el abrigo de la vecindad de la frontera de los Moros. Aumetaronse estos vandidos con las disensiones civiles entre Don Alphonso el Sabio, y su hijo Don Sancho IV y la menor edad que se siguió de Don Fernando IV, llamándose todos ellos Golfines, y eligiendo entre sí una cabeza con nombre de Rey, llamado Carchena, con daño gravisimo de todo el Reyno de Toledo. Esto obligó á los Colmeneros, y Ballesteros de Toledo, Talavera, y Villa Real, (hoy Ciudad Real) á unirse en Hermandad, para perseguirlos. Los Reyes sostuvieron con grandes franquezas esta acertada resolución, y asi crecieron las tres Hermandades, hasta ser como son hoy, Tribunales compuestos de la primera Nobleza de estos Pueblos, y sus tierras. Llamase Hermandad vieja á distincion de las Hermandades nuevas que por la misma necesidad y fines establecieron los Reyes Cathólicos. El Papa Celestino V les concedió el titulo de Santa Hermandad, y exempcion de pagar diezmos de miel y cera, y el de Soldadas á sus criados, en el año de mil doscientos y noventa y quatro. El Rey Don Fernando IV les confirmó todos sus Privilegios, y les concedió el de usar de Sello. El Rey Don Pedro confirmó también todos sus Privilegios, y concedió uno, que trata de la ampliación de su jurisdicción, y fundación. Don Henrique II les concedió el que por todas las Justicias se le entregasen los Reos, que estuviesen procesados por la Santa Hermandad. Don Juan el I dio una Executoria para que la Santa Hermandad cobre el derecho de la Asadura mayor y menor. Ferran Alphonso, Caballero de Toledo , Regidor de la Santa Hermandad vieja de aquella Ciudad, y su Procurador en la Corte de Valladolid logró la Carta del Seguro para las tres Hermandades de Toledo, Talavera, y Villa Real, despachada en ventiseis de Febrero de mil quatrocientos y diez y siete por mandado de la Reyna Madre, y Tutora de Don Juan el II. Dicho Rey Don Juan , por súplica que le hicieron los Peones de la Hermandad, concedió el año de mil quatrocientos y veinte a VillaReal el titulo de Ciudad. Los Reyes Catholicos dieron Ordenanzas para el gobierno de la Santa Hermandad de Ciudad-Real. Y finalmente después han ido confirmando sus Privilegios todos los Señores Reyes hasta el presente , como se puede ver en el citado Quaderno de sus Ordenanzas.
El señor Don Bernardino de Loaisa (que de Dios goze) acompañó y dirigió al Mro. Florez él tiempo que estuvo en Ciudad-Real, y también le brindó con Monedas antiguas que tenia. De aqui pasó a Malagón, donde hay un Convento de Carmelitas Descalzas. La Posada es solo para arrieros. De Malagón fue a Puerto Lápiche, y al siguiente a Camuñas y Tembleque; el trece [de junio] a La Guardia y Aranjuez, y el catorce a Valdemoro y a Madrid.
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