martes, 17 de noviembre de 2009

Adoptar la actitud erguida


Sin duda que fue un gran avance dejar de caminar a cuatro patas y adoptar la actitud erguida, tan digna, ante la adversidad: cuando uno se pone de pie, se deja de ser una bestia de carga y se sostiene mejor el peso de ese cerebro tan grande e infrautilizado que tenemos, se ve más lejos y uno puede usar las manos para hacer algo; sin duda, es la actitud más optimista, trabajadora y exigente; por desgracia los políticos han involucionado hacia otra postura y se han caído de culo hacia atrás, acaso por el susto de tener que hacer algo y dejar de cobrar, se han dejado caer dulcemente en la poltrona y sus manos descansan sobre la bola de cristal de su prominente barriga, o sosteniendo desmayadamente un puro o copa, los ojos entrecerrados por la modorra o mirando al utópico e infinito cielo, en vez de al horizonte donde se supone que debe estar el futuro, todos ellos envueltos en el aroma y la música de los estruendosos pedos que se tiran, tufillo parecido al de la corrupción que emanan sus tripas engrasadas por la diarrea de las luengas y caras cenas que engullen.

1 comentario:

  1. Mantener una posición erguida

    La dificultad de adoptar una actitud erguida es mantenerla. Cosa sencilla al principio, pero que conforme pasa el tiempo se va haciendo cada vez más difícil. Podíamos decir lo mismo de la dignidad, todo entera al nacer pero que va recibiendo muescas por cada muerto que hacemos por el camino.

    En una organización humana, siempre hay quien combate por el poder (capacidad de obligar a alguien a hacer lo que en principio no haría) y el número de bajas es inmenso. Esto parte del axioma darwinista de la competencia como elemento que asegura la pervivencia, aunque, todo sea dicho se puede mantener con esfuerzo una actitud erguida sin humillarse y en esas estamos.

    Cabría pensar que eliminando el combate por el poder surgiría la excelencia, pero entonces vendría alguien con un arma y el poder rebrotaría como lucha. Un tanto determinista ya sé (pues no he criticado yo ese punto de vista) pero real.

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