martes, 17 de noviembre de 2009
La discutible flotabilidad de la inteligencia
Quien tenga dos dedos de frente sabrá desde luego que la inteligencia sin voluntad no es nada; por desgracia, una voluntad de signo negativo, opaca y persistente daña nuestra sociedad de arriba abajo impidiendo la flotabilidad y el ascenso de lo bueno, y provoca lo que nuestro floricultor y manchego ensayista Marina denomina "el fracaso de la inteligencia", una muestra de la cual es el secular desprecio que muestra nuestro sistema educativo hacia la excelencia y la investigación, en suma, hacia la profundidad, algo que ni siquiera se planteó el manchego de adopción Conde de Romanones cuando consiguió diginificar la enseñanza en nuestro país a fines del siglo XIX. La situación actual es una buena muestra de ello. Atacado por esas pesadas rémoras y lastres, el mérito se hunde en minucias y no asciende hacia los principios rectores, mientras que la mediocridad y el compadrismo(lo que llaman algunos "clientelismo") llevan todas las de ganar y se transforman en formas de gobierno pulposas, mansas e ineficaces, segregando masivas nubes de oscura corrupción e incompetencia.
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Efectivamente
ResponderEliminarSin el poder, estos no son nada ,y el poder les permite cerrar el paso a los interesantes y abrírselo a anódinos y acoplejados esbirros, que saben de su inanidad sin el carguito oportunamente conseguido por el amiguito.
Me alegro de que vuelvas por tus fueros, ya que imagino disfrutarías en estas comunicaciones desde la queja. La comunicación quejumbrosa es la más habitual de las cruzadas, según una teoría comunicativa psicologista muy en boga por Madrid, creo.