Noticia de su enemigo El País sobre El Mundo:
RCS, el grupo italiano que edita en España El Mundo, sufrió en 2009 unas pérdidas sin precedentes, en parte lastrado por los pésimos resultados de su filial española. El endeudamiento del grupo supone ya el equivalente a casi 30 veces el resultado bruto de explotación (EBITDA) del ejercicio. El grupo, además, tiene pérdidas netas de explotación, lo que significa que el resultado de su negocio no le permite siquiera hacer frente a los intereses de su abultada deuda, ni contando con la venta de activos durante el periodo.
El grupo editor de El Mundo ha publicado esta tarde desde Milán sus pésimos resultados del ejercicio 2009. La empresa italiana que controla el diario español sufrió unas pérdidas sin precedentes de 129,7 millones de euros, frente a los beneficios de 38,3 millones del año anterior. El deterioro de la cuenta de resultados se ha acentuado a medida que avanzaba el año, de modo que en el cuarto trimestre sufrió pérdidas de 56,5 millones, en comparación con los beneficios de 18 millones en el cuarto trimestre de 2008.
El giro hacia los números rojos es aún más brusco si a lo que se atiende es a los resultados del negocio en sí. Frente a un resultado neto de explotación (EBIT) positivo de 130,1 millones de euros en 2008, RCS ha pasado a tener unas pérdidas netas de explotación de 97,1 millones. El resultado bruto de explotación (EBITDA), por su parte, se ha reducido un 86% desde 247,3 hasta 35,7 millones de euros. Eso significa que el endeudamiento del grupo, de 1.057 millones, representa ya casi 30 veces el resultado bruto de explotación. Los resultados del grupo, por tanto, no permiten ni siquiera cubrir el pago de los intereses de su abultada deuda.
Parte de los malos resultados de RCS se deben al pésimo comportamiento de la filial española, Unidad Editorial, cuyos ingresos se han desplomado. RCS señala que El Mundo aún se mantiene como el segundo diario de información general, aunque el Abc se le acerca cada vez más en la disputa por esa segunda plaza, debido a la caída de difusión de El Mundo.
Pese a la reducción de plantilla, la venta de activos y los planes de eficiencia, Unidad Editorial sigue un año más en pérdidas. En este caso, los números rojos alcanzan ya al resultado neto de explotación (EBIT), que supone unas pérdidas de 17,9 millones de euros, frente a los beneficios de 22,2 millones de esa partida en el año anterior. Eso es antes de contabilizar los intereses devengados por su elevada deuda. El negocio de la editora de El Mundo no permite hacer frente siquiera a los intereses de esa deuda. De todos modos, el grupo ha preferido no hacer público el resultado neto de Unidad Editorial, que en años anteriores reconoció que necesitaba para su supervivencia el apoyo financiero de su matriz italiana, dada su elevada deuda y su incapacidad para hacer frente a ella por sí misma.
Rafael Cid, "El capital norteamericano compra El País", en Radio Klara
Será que “perro no muerde a perro”. O porque “entre bomberos no se pisan las mangueras”. Pero el silencio de los medios de comunicación con la “deslocalización” de capital que se ha producido en el diario El País demuestra la poca consideración que la prensa tiene hacia sus lectores. El diario español de referencia ha cambiado de dueños y nadie en la galaxia mediática se atreve a proclamarlo sacando las consecuencias oportunas. Porque si el periódico más importante del mundo en lengua española, el diario paradigma de la democracia posfranquista y el “pensador orgánico” de la transición pasa a manos norteamericanas es un síntoma de otros episodios traumáticos en perspectiva. El anuncio de un nuevo ciclo político.
El golpe financiero que ha acabado con el “clan Polanco” se produjo el pasado viernes 6 de marzo, cuando el propio rotativo informó de la entrada de una sociedad de capital riesgo estadounidense en su accionariado. “Prisa captará hasta 660 millones mediante un pacto con Liberty”, decía el decano de la prensa juancarlista en un confuso titular que no conseguía disimular la realidad : el grupo fundado por Jesús de Polanco había sido vendido a la sociedad Liberty Acquisitión Holdings (LAH). El nuevo reparto del capital, una vez consumada la operación, dejará a los antiguos propietarios sólo el 30 por ciento de las acciones, quedando la mayoría de control en manos de Nicolas Berggruen y Martín E. Franklin, consejero delegado y presidente, respectivamente, de corporación inversora LAH.
El cambio de Prisa en la órbita de los intereses norteamericanos ilumina la operativa del grupo en el mercado latinoamericano, el patio trasero de EE.UU, desde que sus directivos centraron su expansión en la compra de empresas informativas sudamericanas, a la par que el BBV y el BSCH hacían otro tanto en sus propios ámbitos de negocio. Incluso la entrada de Prisa en el accionariado Le Monde puede entenderse desde esa lógica, ya que este órgano de prensa europeo es el de mayor influencia en el subcontinente tras El País. Por no hablar de la línea de máxima beligerancia crítica asumida por Prisa con los regímenes populares y socializantes de la zona, como Venezuela y Bolivia, países donde la petrolera española Repsol tiene fuertes intereses.
La operación de venta de El País a la sociedad norteamericana para hacer frente a los próximos vencimientos generados por la deuda de casi 5.000 millones de euros que el grupo acumula, sigue a otras similares, como la toma del 4,5 por 100 de su capital por la también norteamericana IBN en agosto pasado por 37 millones o la más reciente de compra del 80 por 100 de la televisión La Cuatro por la Mediaset de Berlusconi por 600 millones, que incluía además la toma de una participación en Digital Plus. El control de Prisa por LAH ha estado precedido por el nombramiento de Kamal M. Bherwani, ex consejero de Salud y Servicios Humanos de la ciudad de Nueva York, como director general del Área Digital del hasta ahora mayor grupo informativo español.
La pista norteamericana en El País se inició hace tiempo, cuando el diario incorporó en sus páginas una selección semanal de artículos del influyente New York Times, medio estadounidense del que el financiero mexicano Carlos Slim posee el 12 por 100 del capital. Felipe González, amigo íntimo de Juan Luis Cebrián, es un estrecho colaborador de Slim, que según la revista Forbes figura en la actualidad como la segunda mayor fortuna del mundo. Habrá que ver a qué proyecto político, y quizá dinástico, servirá ahora el nuevo El País hispanonorteamericano.
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