lunes, 3 de enero de 2011

Ellroy

He leído bastante novela negra. Los clásicos: el seco e impresionista Dashiell Hammet, el irónico y angelino, que no angelical, Raymond Chandler, estilista acosador de secretarias y amante del lubricante social; el malsano y genial Jim Thompson... también a sus seguidores, la rara entre las raras Patricia Highsmith, el negro mariquita Chester Himes, el ambiental y misterioso William Irish, el rey de las descripciones Simenon, el acelerado y aburrido Vian, el maestro del cuento Stanley Ellin, el erudito Symons, Greene, entristecido y entristecedor, Ellery Queen, un mecánico con un mecano... Estos entre los negros, porque policiacas he leído pero que a muchísimos más. Españoles, a González Ledesma, que es el rey de la amenidad; Montalbán, un chandler nacido en Barcelona, y Andreu Martín, perverso a su manera, pues no llega a la mala leche visceral de Thompson; son, sin embargo, estos tres, muy buenos. Los demás de los que he leído algo no valen un duro, incluso Mendoza y Trapiello, que no los aguanto como narradores. Los mejores relatos, a mi juicio, son los de Ellin e Highsmith; la mejor novela, 1280 almas de Jim Thompson. En español, de las mejores son Las calles de nuestros padres de González Ledesma o cualquiera de las de Montalbán. Pero esto viene a cuenta de un diálogo de James Ellroy seleccionado en un artículo de El Mundo de hoy; despierta las ganas de leer y pica, vaya si pica:

Pertenece a la imprescindible América, la primera de su trilogía americana, un viaje a las cloacas de Camelot Kennedy, en el que se entrelazan cazas de brujas, los enjuagues del FBI de J. Edgar Hoover, las conspiraciones de los cubanos exiliados y las rubias platino echadas a perder. Página 219 de la edición de bolsillo. Poco más de siete euros. Si no les gusta, yo mismo les devuelvo el dinero. Ahí va. Punto.

- Kemper Boyd lo recomendó. Dijo que sería perfecto para el trabajo.

- ¿Trabaja usted con él?

- No, sólo es un conocido.

- ¿En qué consiste el trabajo, exactamente? –preguntó Lenny tras frotarse la cicatriz que tenía sobre el labio.

- Sería corresponsal de la revista Hush-Hush. Se encargaría de buscar noticias y chismorreos escandalosos y de hacerlos llegar a los redactores.

- Entonces, sería un soplón, ¿no?

- Algo así. Usted mete las narices en Los Ángeles, Chicago y Nevada e informa de lo que se cuenta por ahí.

- ¿Por cuánto?

- Uno de los grandes al mes, en metálico.

- Basura sobre estrellas de cine, eso es lo que quiere, ¿no? Quiere detalles escabrosos de la gente del espectáculo.

- Exacto. Y de políticos de tendencia liberal.

- Con ésos no tengo tratos, excepto con los Kennedy. Bobby me trae sin cuidado, pero Jack me cae bien.

- Ha estado muy duro con Sinatra. Y Frankie es muy amigo de Jack, ¿verdad?

- Le consigue chicas y adula al resto de la familia. Peter Lawford está casado con una de las hermanas de Jack y es el contacto adulador de Frank. Jack piensa que Frank es bueno para momentos de juerga y poco más. Y yo no le he dicho nada de esto.

- Cuénteme más.

- No, pregunte usted.

- Está bien, pero tuteémonos, ¿de acuerdo? Estoy en Sunset Strip y quiero darme un revolcón por cien dólares. ¿Qué hago?

- Ver a Mel, el hombre del aparcamiento de Dino’s Lodge. Por una propina, te enviará a un piso de Havenhurst y Fountain.

- - Supongamos que quiero carne morena.

- Vas al autocine de Washington y LaBrea y hablas con las camareras negras.

- ¿Y si busco chicos?

- Ya se que te repugnan los maricas –continuó Pete-, pero responde a la pregunta.

- Mierda, no… espera… el portero del Largo conoce una serie de prostíbulos masculinos.

- Bien. Ahora, ¿qué me dices de la vida sexual de Mickey Cohen?

- Es pura apariencia. En realidad no le gusta la cama, pero le gusta que lo vean con mujeres hermosas. Su casi novia del momento se llama Sandy Hashhagen. A veces sale con Candy Barr y con Liz Renay.

- ¿Quién mató a Tony Trombino y Tony Brancato?

- O Jimmy Frattiano, o un policía llamado David Klein.

- ¿Quién tiene la polla más grande de Hollywood?

- Steve Cochran o John Ireland.

- ¿Qué hace Spade Cooley para excitarse?

- Toma bencedrinas y pega a su mujer.

- ¿Con quién engañaba Ava Gardner a Sinatra?

- Con todo el mundo.

- ¿A quién acudo para un aborto rápido?

- Yo iría a ver a Freddy Otash.

- ¿Jayne Mansfield?

- Ninfómana.

- ¿Dick Contino?

- El rey de los comechochos.

- ¿Gail Russell?

- Matándose con la bebida en un apartamento barato de West L. A.

- ¿Lex Barker?

- Amante de jovencitas con afición a las menores.

- ¿Johnnie Ray?

- Homosexual.

- ¿Art Pepper?

- Yonqui.

- ¿Lizabeth Scott?

- Lesbiana.

- ¿Billy Eckstine?

- Putero.

- ¿Tom Neals?

- Arruinado en Palm Springs.

- ¿Anita O’Day?

- Adicta a las drogas.

- ¿Cary Grant?

- Homo.

- ¿Randolph Scott?

- Homo.

- ¿El senador William F. Knowland?

- Borracho.

- ¿El jefe Parker?

- Borracho.

- ¿Bing Crosby?

- Borracho pegaesposas.

- ¿El sargento John O’Grady?

- Fulano del departamento de Policía de Los Ángeles, conocido por colocar droga para comprometer a músicos de jazz.

- ¿Desi Arnaz?

- Buscador de prostitutas.

- ¿Scott Brady?

- Soplón.

- ¿Grace Kelly?

- Frígida. Yo mismo la abordé una vez y casi me hiela el rabo.

- ¿Yo?

- El rey de la extorsión. Chulo. Asesino a sueldo. Y, por si te lo estás preguntando, soy demasiado inteligente para meterme nunca en algún lío contigo.

- El empleo es tuyo –dijo Pete.

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