domingo, 18 de septiembre de 2011

La alegoría que somos


Franz Kafka, Sobre las alegorías, Praga, 1922:

Muchos se quejan de que las palabras de los sabios siempre han sido y serán no más que alegorías y son inútiles para la vida diaria, que es lo único que tenemos. Cuando el sabio dice «Vaya hacia allá»  no quiere decir eso (que uno ha de ir hacia un lugar situado más allá), lo que por supuesto podría cumplir si el resultado del viaje valiera la pena; al contrario, quiere decir algo legendario más allá del otro lado, algo para nosotros desconocido y que él tampoco llega a indicar, de forma tal que no nos puede servir de nada acá donde estamos. Así pues, todo lo que estas alegorías tratan de decir es simplemente que lo incomprensible es incomprensible, que ya lo sabemos, y los problemas con que topamos todos los días son algo distinto. Sobre este tema uno preguntó una vez: ¿Por qué tanto empecinamiento? Si siguieseis sólo el camino de las alegorías, vosotros mismos os convertiríais en alegorías y de esa forma solucionaríais todos vuestros problemas cotidianos.
Otro dijo: -Apuesto a que eso también es una alegoría.
El primero dijo: -Has ganado. 
El segundo respondió: -Sólo alegóricamente, por desgracia.
Y el primero replicó: -No, en lo real; alegóricamente has perdido.

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