sábado, 19 de septiembre de 2009

Discriminaciones (y acriminaciones) léxicas

Tomado de la RAE:

maqueto
, ta.

(Del vasco makito o maketo, tonto, majadero; cf. magüeto).

1. m. y f. despect. P. Vasco. Inmigrante que procede de otra región española y no conoce ni habla vascuence.

charnego, ga.

(Del cat. xarnego, y este de perro lucharniego, el habituado a cazar a oscuras).

1. m. y f. despect. Cat. Inmigrante de una región española de habla no catalana.

gachupín, na.

(Del dim. del port. cachopo, niño).

1. m. y f. despect. coloq. Am. Español establecido en América.

coño.

(Del lat. cŭnnus).

1. m. malson. Parte externa del aparato genital de la hembra.

2. m. despect. Chile. español (‖ natural de España).

3. m. vulg. Ven. tipo (‖ individuo).

4. adj. Chile y Ec. tacaño (‖ miserable).

¿A quién llamamos despectivamente los castellanos, o somos hidalgos y no nos da por insultar? Cierto que hay insultos para los sudamericanos, como sudaca, pero... ¿tenemos algún insulto para los catalanes y vascos, que se han tomado la molestia de crear denominaciones léxicas denigrantes para designar a los castellanos? Yo todavía los estoy buscando... Que hidalgos somos los esp.. perdón, los castellanos.Va a resultar que, en el fondo, lo que se discrimina universalmente no es el origen, sino la pobreza: se desprecia a los emigrantes no por xenofobia, sino por pura riqueza, ya que pocos emigrantes que se hayan ido de Euskadi y de Cataluña a las mesetas han ido a quedarse, sino a hacer negocios. Honramos a catalanes y a vascos porque tienen dinero, de la misma manera que decíamos perulero en el Siglo de Oro o indiano a quien se traía oro, plata, perlas y joyas de allá; pero ahora que sólo nos traen ganas de trabajar, los llamamos sudacas. Curioso.

1 comentario:

  1. Insultar y esconder la mano

    Sorprende la candidez, ¿será cinismo?, con que el castellano se mira el ombligo... definitivamente apuesto por la soberbia.

    Forner, aunque en mayor medida los apologetas de España al estilo Menendez Pelayo, alcanzaron al menos el objetivo en el interior, fundamentalmente en el interior de la península, aunque no lograran lavar la cara de esa España en el exterior.

    Pelayo se inventó España como unidad cuya génesis y destino fijó desde un determinada proyección idílica de la Castilla tardomedieval, guardian de occidente. Todo lo demás era la antiespaña: si se atrevió a hablar de heterodoxos, es que tendrían que existir los ortodoxos.

    Como en cualquier película mediocre de gran taquillaje, nos dividió entre buenos y malos, católicos frente musulmanes, demás cristianos y ateos, unitarios frente a federalistas e independendentistas, monárquicos frente a republicanos, ácratas y gentes de mal vivir, y algo más que seguro me dejo.

    Era tan sencillo, de puro e inmaculado linaje (hijodalgo) o judío. Pero eso caló.

    Así para insultar bastaba con tomar el todo por la parte. Quien no tiene una familia cristiana queda invalidado: casado y con dos hijos es la norma, aunque al sector más auténtico les guste la marabunta y la misa dominical. Quien, no siendo musulman, ataca al español es un traidor a dios, los franceses eran todos ellos malvados, las ingleses no podían parir sino piratas, y el turco y el moro eran alimañanas.

    Respecto al frente interior, más de lo mismo, basta con decir que es catalán o vasco para que comienze la farsa. Un catalán, a secas, es un avaro, insulta y esconde la mano. Es que es vasco y ahí queda, insulta y esconde la mano.

    Entre los castellanos hijosdalgo bastaba y basta oir la procedencia para que una sombra de duda cayera y caiga sobre el que la recibe.

    Cuando Borrell ganó las primarias en el soe se decía, pero es catalán, insulta y esconde la mano.

    Y por último, un par de ejemplos.

    Cabe recordar la voz polaco. Despectivo con el que los sargentos cuarteleros del XIX apellidaron a quien hablaba catalán (¡que culpa la suya tener una cultura distinta!)y que sigue en vigor. En una final de la supercopa, los seguidores del madrid gritaban Al bote, al bote, polaco el que no bote, cuenta Montalbán en su "Un polaco en la corte del Rey Juan Carlos". Lo que ocurre es que en el colmo, en este caso de cinismo, la RAE no lo recoje. Montalbán tuvo que acogerse al diccionario del argot de Víctor León, pues aún no se había publicado el Seco que sí registra la acepción despectiva.

    En Valencia, mientras franquito vivía y aún después, se decía a quien hablaba catalán, habla en cristiano, (nótese cristiano como equivalente a castellano o español, por mejor decir) a otros les decían ¿qué llevas en la boca? Y a mí mismo me han insultado diciéndome simplemente catalán, por defender la unidad de la lengua y culturas valenciana y catalana, insulta y esconde la mano.

    Ah, otra acepción despectiva para castellanos: Churro que es como los valencianos catalanoparlantes llaman a los valencianos castellanoparlantes que proceden de la repoblación aragonesa. También lo he escuchado como insulto.

    O sea, cualquier palabra puede usarse como insulto, y dudo que unos pueblos estén predipuestos genéticamente para abusar de su uso o evitarlo. La paleografia nos dirá las más usadas. Lo interesante es la voluntad de saltar sobre el otro, de donde procede etimológicamente la palabra insultar. Y por eso, porque somos cobardes, porque es más fácil asaltar al débil que meterle mano al fuerte, se insulta con más profusión al inmigrante pobre que al rico.

    Pero respecto a la idiesincrasia del hijodalgo ¿hasta donde hemos de remontarnos para encontrar al último presidente de gobierno de esta España nacido en la periferia rica? y ¿cuánto habremos de esperar para que un gran partido ponga a un vasco o a un catalán como cabeza de cartel?. Entonces podrán sacar pecho de tolerancia los españolitos unitarios.

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