FINAL
Fue tan bello vivir
cuando vivías!
El mundo es más azul y más terrestre
de noche, cuando duermo
enorme, adentro de tus breves manos.
cuando vivías!
El mundo es más azul y más terrestre
de noche, cuando duermo
enorme, adentro de tus breves manos.
Estos días azules y este sol de la infancia
ResponderEliminarDicen que Machado escribió este último verso y, en algún lugar, lo he leído con el inicio "a contemplar me dispongo". Parece que el azul se confirma como el color de la tranquilidad, donde quisiéramos acabar.
El azul, en cuanto luz, se define por tener una onda más corta, pero vibra a mayor frecuencia y posee más energía. El rojo por el contrario tiene mayor longitud de onda, aunque es fugaz y poco consistente, se diría que más propio de la juventud insultante.
Lo cierto y verdad, es que parecemos regresar a la dicotomia del bien y del mal, cielo y tierra, dios y diablo, como si tantos años defendiendo los matices no nos permitiera mantener los ojos despiertos y tomásemos por comodidad el camino del medio. Quizá el sentimiento de derrota que rezuman los versos de ambos poetas proceda de intuir al barquero y debiéramos dejarlos para tardes de invierno, dolores de muerte, vamos para cuando tengamos el pie en el estribo. Un poco más de alegría y ánimo.