viernes, 20 de mayo de 2011
Presentado el libro Estudios sobre el vino
Llegué un poquito tarde, con mi mujer y mi suegra, y por eso tuvimos que estar de pie todo el tiempo, menos mi suegra, que está muy mayor; por lo menos conseguimos un asiento para ella. Todo ocurrió muy bien, en especial la interpretación de los alumnos del cuarteto de cuerda; me pasé toda la noche tarareando una de las piezas, la americana, que era sumamente pegadiza. Qué bien tocan esos chicos. Como estaba muy cansado, no fui al vino que se ofrecía después. Entre los asistentes, hablé con Juan Roberto Gillman, que ha tenido un año horroroso el pobre; uno lo suponía felizmente jubilado, pero me enteré de que habían enfermado casi todos los hermanos de su mujer Rocío, aunque lo van superando, y él mismo ha terminado sin vesícula; encima es de Lorca y el terremoto le ha afectado como es de suponer; también hay problemas con las indemnizaciones. Lo bueno de estas cosas es que ya sólo pueden ir a mejor; tal y como dice Francis Bret Harte, lo único que sabemos de la suerte es que debe cambiar.
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