Gaceta de Madrid, 16-VI-1814, pp. 662-3.
“Ciudad-Real 4 de Junio. Luego que recibió el Dr. D. José Ortega Canedo, caballero pensionado de la real y distinguida orden española de Carlos III, vicario, visitador y juez eclesiástico ordinario de esta ciudad, su partido y campo de Calatrava, la faustísima noticia de haber llegado a la Corte nuestro amado Soberano el Señor D. Fernando VII, dispuso a sus expensas que se diesen gracias a Dios por tan feliz acontecimiento, y se proporcionase a los leales habitantes de esta ciudad el poder manifestar el regocijo de que se hallaban poseídos y, habiendo destinado para este efecto el día del Rey nuestro señor 30 del próximo pasado, adornó de antemano la fachada de la casa de su habitación, en donde debajo de un rico dosel se colocó el retrato de nuestro amado monarca. Llegada la noche, un repique general de campanas, una general iluminación de todas las casas, entre las cuales sobresalía la suya por la multitud y acertada disposición de las luces, y un magnífico árbol de fuego, al que siguieron orquestas, canciones y danzas, proporcionaron a los vecinos [...] desplegar su gozo y satisfacción. Al día siguiente, habiendo adornado con el mejor gusto la iglesia parroquial, en donde se colocó bajo dosel el retrato del Rey nuestro señor se trasladó a ella en cuerpo el Ayuntamiento acompañado del clero y nobleza, y a las nueve de la mañana se cantó un solemne tedeum y misa, en la cual predicó el R. P. Fr. Eugenio de la Madrid; y concluido este acto religioso, se dirigieron los concurrentes a la casa habitación del expresado Don José Ortega Canedo, en donde se sirvió un espléndido y delicado almuerzo, en el cual se repitieron vivas y brindis por la salud de S. M. y Alteza y felicidad de la monarquía. Enseguida se sirvió a los pobres todos de uno y otro sexó una abundante comida; y concluida esta, se sortearon entre las doncellas pobres de la parroquia dos dotes de 10 rs. vn. cada uno. Por la tarde hubo baile público, en el que reinó el mejor órden, a pesar del numeroso concurso de uno y otro sexo y de la alegría de que se hallaban todos enajenados y que expresaban con vivas y aclamaciones, teniendo el expresado D. José Ortega Canedo la dulce satisfacción de ver su nombre confundido con el del soberano en cuyo obsequio costeaba estos festejos”.
Este personaje, Ortega y Canedo, fue vocal y vicepresidente de la Junta de La Mancha durante la Guerra de la Independencia y desterró al párroco Sebastián de Almenara por afrancesado (aceptó al arzobispo de Toledo nombrado por José I) a Agudo, con el cargo de párroco y ecónomo de ese lugar, en 1810, y allí murió en 1811.
Este personaje, Ortega y Canedo, fue vocal y vicepresidente de la Junta de La Mancha durante la Guerra de la Independencia y desterró al párroco Sebastián de Almenara por afrancesado (aceptó al arzobispo de Toledo nombrado por José I) a Agudo, con el cargo de párroco y ecónomo de ese lugar, en 1810, y allí murió en 1811.
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