José Antonio Fortea, demonólogo: "Reflexiones sobre el Infierno I", de su blog, 5 de octubre de 2015:
En cierto modo, el infierno ni siquiera está cerrado desde dentro, sino que el yo es el infierno. El yo se transforma en la cárcel de la que no puede salir uno mismo. La única forma de salir de esa cárcel sería extinguir el yo.
Podría seguir existiendo el mismo cuerpo y el mismo espíritu, pero si borramos completamente todo lo que hay en la mente humana, entonces hay que volver a partir de cero, hay que volver a aprender, a tomar decisiones. Y el yo resultante sería otro yo. Otro yo que viviría en mi cuerpo, pero ya no sería yo. Sería un yo con nuevos recuerdos, con nuevos sentimientos. Borrar todo lo almacenado en la mente y empezar de cero sería lo mismo que poner otra cabeza en un cuerpo. Sería el mismo cuerpo, pero ciertamente sería otro yo. Por eso el infierno no tiene puerta de salida: o la extinción del yo o seguir viviendo.
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