jueves, 24 de diciembre de 2015

He visto El despertar de la fuerza

Me esperaba un bodrio disneyano en el séptimo episodio de la enealogía Star Wars, pero he contemplado una película de aventuras bien construida y el personaje central de Rey es muy simpático: una chica que desprende magnetismo y honestidad, una auténtica heroína. Como es lógico, existe el convencionalismo de los esquemas y tics heredados, pero también hay bastante imaginación y un uso muy hábil de los artificios narrativos, de suerte que uno no se consigue aburrir ni aunque esté predispuesto a ello. Merece verse, porque de este espectáculo se disfruta mejor que de otros. Hay una gran sorpresa central que no revelaré y el edipismo que tanta fuerza daba a la película central de la saga, pero desde una "nueva" e interesante perspectiva. Se recupera el aliento épico y el infantilismo aparece más disimulado que en la primera trilogía. La imaginería visual, mejor que en cualquier otra película de las anteriores. Os entretendréis y no diréis que ha sido un dinero malgastado. Ciertamente, Abrahams sabe levantar armatostes tan viejos como estos e insuflarles nueva vida.

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