Rebeca Yanke, "Cristina Vallejo: "La 'gordofobia' minó mi vida estudiantil", en El Mundo, 22/01/2016
Helena Guerrero: "No soy guapa de cara, soy bonita entera""Si naciera de nuevo, me gustaría volver a ser gay pero no gordo"
Hoy, Cristina Vallejo trabaja de recepcionista, cría a su hija de ocho años, Inés, de cuyo padre está divorciada, estudia Historia del Arte a distancia y hasta tiene tiempo de hacerse su propia ropa. Las cosas no fueron siempre así. "Nací pesando más de cinco kilos, siempre he sido la típica niña gorda, he sufrido acoso en el colegio y eso minó mi carrera estudiantil, y eso que siempre me encantó estudiar pero, como centras todo lo que te pasa en el problema que tienes y en cómo deshacerte de él y evitar que te digan cosas... Pues vas dejando de lado lo importante: llegué a dejarme tres asignaturas en 6º de E.G.B para repetir y poder cambiar de compañeros...", resume. La Cristina adolescente estaba convencida de que jamás aprobaría Educación Física - "me va a quedar la gimnasia de primero, la de segundo y la de tercero" -pensaba que jamás llegaría a C.O.U-, dejó los estudios, comenzó a trabajar de dependienta... hasta que descubrió que en el instituto nocturno de su barrio no existía Educación Física, y vio la luz. "Se me abrió el cielo, lo hice todo del tirón, pero ya llevaba un retraso de cuatro años...", se lamenta. También ella, como Helena, comenzó a ejercer de gorda con alegría cuando descubrió el grupo on-line Stop Gordofobia, «Mi empoderamiento es reciente. Siempre estuve acomplejada, siempre iba de negro, primero siniestra, luego gótica, ahora más Lolita, por rejuvenecerme, pero el tema de los kilos siempre me ha condicionado, no quería conocer chicos, no me lié con nadie hasta los 18 años, pese a tener candidatos, no me miraba al espejo...». Tras un accidente de tráfico y dañarse la espalda, Cristina se enfrentó a la gordofobia donde parecería imposible, en principio: la consulta del médico. "Desde el principio, lo único que me dijo fue que tenía que perder peso, hasta tuve que decir: 'Por favor, si yo estuviera delgada, qué otras indicaciones me darías, dámelas, por favor, qué tipo de ejercicios me convienen, que los hago....'" Al igual que Helena, cree que "la gente asocia la palabra gorda a insulto y sólo es un adjetivo calificativo". "Esto hay que pararlo, la gente ha aprendido a no meterse con un homosexual o un transexual o a no hacer chistes de mujeres pero, ¿con los gordos qué pasa? Todo es risa...".
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