Tomado de aquí.
La cuestión de cuál es la lengua más fácil y más difícil aparece últimamente muy a menudo en los foros y blogs de la web. No deberíamos estar sorprendidos de esta pregunta, porque hoy en el día el sector lingüístico es uno de los más desarrollados y mucha gente elige una carrera relacionada con los idiomas. Así que parece muy interesante tratar este tema, presentando las lenguas mencionadas como las más difíciles y sacando de este asunto conclusiones apropiadas. Entre las respuestas más frecuentes en tales circunstancias tenemos el árabe, el chino (mandarín) y el polaco. ¿Cuál de estos idiomas es el más complicado de aprender? ¿Existen lenguas más difíciles?
En la primera lengua mencionada, el árabe, lo que generalmente asusta a la gente es su escritura. Parece que es un alfabeto imposible de descifrar, lleno de unas señales complicadas y muy extrañas. Sin embargo, la verdad es que el árabe tiene una escritura alfabética así como la tiene por ejemplo el ruso, por eso diríamos que se puede dominar por lo menos en un nivel básico. La única diferencia entre el alfabeto árabe y él latino es la específica forma de las letras y nada más. El problema más grande acerca de este idioma podría ser la lectura de derecha a izquierda, o la falta de vocales cortas. Son las cuestiones que suelen molestar mucho al principio de aprendizaje, pero dedicándoles un poco de tiempo y paciencia se puede lograr un éxito. Si alguien todavía considera el alfabeto árabe como el más difícil del mundo, vale la pena compararlo con su versión en urdu, que es casi ilegible y seguramente mucho más complicado en cuanto a la traducción.
El siguiente idioma considerado como muy difícil es el chino. Aquí por un lado aparece la escritura pictórica que permite escribir de la misma manera en varios dialectos de mandarín. Por otro lado, hay que admitir que mientras el alfabeto árabe se puede aprender en unos días y no olvidarlo por el resto de nuestra vida (incluso cuando tenemos un contacto limitado con el idioma), las señales chinas, si no las usamos frecuentemente, pueden de inmediato salir volando de la cabeza. Además, en el chino tenemos 4 o 5 tonos (depende de si contamos el tono neutro) y esto también dificulta el aprendizaje. En este lugar hay que subrayar que existen otros idiomas con aún más tonos, entonces en comparación el mandarín no resulta el más difícil. Por lo menos no en este aspecto.
Muy a menudo se escucha que el idioma más complicado de aprender no proviene de Asia o cualquier otro continente, sino de Europa. La lengua considerada por muchos como tan compleja es el polaco. En este lenguaje tenemos siete casos, una conjugación de verbos muy ardua y además, unos sonidos difíciles de pronunciar para los extranjeros que nunca han tenido contacto con algún idioma eslavo. La verdad es que los polacos no son los únicos que escuchan que su lengua es imposible de aprender. La mayoría de las naciones pequeñas piensa que su idioma suena muy difícil para los extranjeros y es una tendencia bastante común a causa de que no están acostumbrados a que alguien de fuera utilice su lengua materna.
Mientras tanto, hay idiomas europeos aún más complicados, sobre todo en la parte gramatical. El mejor ejemplo es el estonio, que contiene la doble cantidad de los casos en comparación con el polaco. A pesar de ello, en este sentido el estonio es mucho más simple de aprender que el finlandés o el húngaro. Hablando de la pronunciación y teniendo en cuenta que el idioma danés tiene un montón de vocales o que en el idioma abjasio hay casi 60 consonantes, deberíamos pensarlo dos veces antes de sacar una conclusión de que el más difícil de todos es el polaco.
En el mundo existe cerca de 6000 de idiomas. ¿Se puede realmente decir que el chino es más difícil que el lenguaje de los indígenas Navajo, el árabe más complicado que el tamil o el polaco más complejo que el húngaro? Para elegir el idioma más difícil del mundo deberíamos conocer todas las lenguas que existen y después responder objetivamente a esta pregunta tan frecuente. Aún así, no hay unos criterios de selección muy claros, porque a veces el idioma que parece fácil, en realidad resulta más complicado, aunque tenga un montón de usuarios y una amplia cantidad de materiales de aprendizaje. Por lo tanto, todo el discurso sobre el idioma más difícil del mundo carece de importancia. Si alguien tiene muchas ganas y sobre todo la motivación para aprender algún idioma, debería tratar de hacerlo a pesar de todas las dificultades que encuentre en su camino
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