En este poco menos que omnisciente diccionario enciclopédico se incluyen un par de artículos sobre la provincia y sobre la urbe de Ciudad Real. De su exactísimo conocimiento deduzco yo que no está elaborado por el director de la obra, el carlista pero más que eminente y culto jurisconsulto cubano Nicolás María Serrano, sino por el profesor del instituto de Ciudad Real Genaro López, ya que lo cita en la nómina de colaboradores del primer volumen. Además es este profesor autor de numerosas Memorias del colegio de Internos del Instituto de Segunda Enseñanza de Ciudad Real entre 1860 y 1878, impresas en la tipografía ciudarrealeña de Cayetano Clemente Rubisco. Qien quiera leer más podrá hacerlo en la Biblioteca Digital Hispánica, donde están disponibles y legibles sus 16 volúmenes, de más de 2000 páginas cada uno y a tres columnas de letra menudilla, sin grabados, salvo los correspondientes a cada letra, llenos de floripondios a la antigua. El enlace es este.
Ciudad-Real (Provincia de)
Geog. Esp.
Una de las 49 provincias de España, que linda al N. con la de Toledo, al NO. con la de Cuenca, al E. con la de Albacete, al S. con las de Jaen y Córdoba, y al OE. con las de Badajoz y Cáceres.
Ocupa una superficie de 663 leguas cuadradas; 31 de longitud de E. á O., y 24 de latitud de N. á S., en sus mayores distancias, y su poblacion es de 250.000 habitantes. El clima es bastante destemplado, y cuando escasean las lluvias se hace sentir con exceso el calor del verano, lo que perjudica considerablemente á las mieses, no sólo por la sequía, sino tambien por la aparicion perniciosa de la langosta.
El suelo de la provincia de Ciudad-Real es llano generalmente y muy bueno para tierras de labor, y excelente para granos, vino, aceite, azafran y pastos. Corresponde esta provincia, en la parte eclesiástica, á la diócesis del Coto-Redondo de las órdenes militares, últimamente creado; en la militar, á la capitanía general de Castilla la Nueva; en la judicial, á la audiencia de Albacete; y en la civil, al gobierno civil, establecido en la capital. Se compone de diez partidos judiciales, á saber: Alcázar de San Juan, Almaden, Almagro, Almodóvar del Campo, Ciudad-Real, Daimiel, Manzanares, Piedrabuena, Villanueva de los Infantes.
Forman parte de esta provincia los llamados Campos de Calatrava, de Montiel y de San Juan, que son dos territorios que ocupaban los pueblos de las tres órdenes de Calatrava, Santiago y San Juan, una parte de los llamados Montes de Toledo y el Valle Real de la Alcudia. Toda ella está enclavada en el antiguo territorio llamado la Mancha, cuyo nombre conserva como específico y peculiar, aunque el comprendido bajo esta denominacion se extienda todavía á las provincias de Albacete, Cuenca y Toledo.
Cuenta 2 ciudades, 86 villas, 6 lugares y 31 aldeas. Aunque esta provincia ha formado desde muy antiguo una administracion independiente, la demarcacion ha variado segun los tiempos y las circunstancias. Su primera creacion data del año 1691. En 1822 hicieron las Córtes otra nueva division territorial, y por último, la existente está basada en el real decreto de 30 de Noviembre de 1833. Los principales rios que la riegan son: el Guadiana, el Tajo, el Júcar, el Gigüela y el Jabalon. Abundan en la provincia de CiudadReal las aguas medicinales, así calientes como frias, agrias óferruginosas. Los minerales reconocidos oficialmente son los Hervideros, Fuensanta, Puerto Llano, Fuencaliente, Villar del Pozo y Granátula.
Las minas más famosas y ricas son las de azogue de Almaden, cuya existencia data desde los tiempos más remotos. Alguno de nuestros historiadores hace memoria de existir en el término de Almodóvar del Campo minas de plata. En la dehesa de las Calabazas y en la del Rincon, jurisdiccion de Miguel-Turra, se supone que hubo minas de oro y plata. Existen además, abandonadas ó sin beneficiar, diferentes minas de alcohol, cobre y esmeril. En el sitio de las Herrerías, término de Villarrubia, se hallan minas de hierro. En las sierras de Ruidera se encuentra carbon de piedra, y alumbre en el término de Villamanrique.
Son muchas y variadas las producciones que se encuentran en la provincia, siendo las principales trigo, centeno y cebada, garbanzos, lentejas, judías, habas, anís, cominos, patatas, de que hay gran abundancia, remolachas, nabos, zanahorias, criadillas de tierra, mucha variedad de frutas, siendo muy exquisitos sus melocotones; vino, siendo muy afamado el de Valdepeñas y sus inmediaciones; vinagre, aguardiente y aceite: entre las materias primeras debemos citar el zumaque, la rubia, la grana, el azafran, el esparto, el lino, el cáñamo, la sosa, la barrilla y la soda, de que abundan Ciudad-Real, Miguel-Turra, Pedro-Muñoz, Campo de Criptana, Manzanares, Daimiel, y Salicor en Alcázar de San Juan.
Se cria en esta provincia mucho ganado mular, lanar, cabrío y vacuno. Las mulas que se crian en sus pastos exceden en hermosura á todas cuantas se conocen dentro y fuera de España. En algunos pueblos se encuentran colmenas, particularmente los que lindan con Sierra-Morena y Extremadura. La industria consiste principalmente en la fabricacion de paños, estameñas, albornoces, fajas y ligas; tejidos de colchas ordinarias, de lino y lana; hilado del estambre; elaboracion del esparto; fábricas de blondas y encajes; fábricas de salitre, de pólvora, jabon y chocolate, de lacre y bermellon; martinetes de cobre, hornos de cal y yeso, y alfarerías. La falta de agua obliga á los naturales á servirse de los molinos de viento; así es que apénas hay altura donde no se vea alguno de ellos.
Se exportan por todo el reino, y áun por el extranjero, las manufacturas de las fábricas de blondas de Almagro; se extrae para Valencia, Murcia, Toledo y Madrid el ganado mular, lanar y caballar; el grano sale para Murcia, Valencia y Madrid; el vino y aceite para esta última capital; el azafran, anís y cominos circula por muchas provincias. Se hace además bastante comercio de médias, gorros, fajas y ligas. Los habitantes de esta provincia son robustos, sobrios, dóciles para el trabajo, sufridos y constantes en él, como se les trate sin aspereza. Sin embargo, algunos escritores los tachan de holgazanes; pero este vicio consiste más bien en la falta de ocupaciones de lucro é interes, pues la mayor parte de los pueblos no conocen otro ejercicio que la agricultura y cria de ganado. En prueba de este aserto, cita el Sr. Madoz el pueblo de Valdepeñas, que, merced á la proteccion bien entendida de los ricos sobre los pobres, se ha hecho un pueblo industrioso, habiendo sido ántes haragan y pordiosero.
—Hist.
Aun algunos siglos despues de la invasion de los árabes, Ciudad-Real no parecia destinada á tener la menor importancia: tal vez es, de todas las capitales de nuestras provincias, la que tiene ménos antigua historia. Habia ya mediado el siglo XIII, y áun no era conocida con el nombre que hoy le damos, pues se llamaba Pozuelo Seco de Don Gil; por aquí pasó en 1262 el rey de Castilla Alfonso el Sabio, que se dirigia á Andalucía, y complacido con la belleza del sitio hizo algunas fundaciones en el lugar, le dió título de villa y convirtió su nombre en el de Villa-Real, concediéndole además varios privilegios. El mismo rey la mandó cercar con murallas, de donde vino á aquel punto cierta importancia como sitio estratégico en la guerra con los moros. Sin embargo, como para entónces iba muy adelantada la reconquista de España por los cristianos, Ciudad-Real no sufrió las vicisitudes que suelen sobrevenir á los pue. blos fronterizos, ni sufrió sitio ó asalto de parte de los enemigos de la fe. Reinando el mismo Alfonso el Sabio, murió en Villa-Real en 1275 su hijo primogénito y sucesor D. Fernando: parece que esta muerte fué ocasionada por el disgusto de la noticia de que el arzobispo de Toledo habia sido derrotado y muerto en una batalla por los moros. El infante D. Sancho acudió entonces á Villa-Real con su gente, y allí por primera vez manifestó su deseo de sentarse en el trono, á pesar de los mejores derechos de los hijos de su difunto hermano, y áun en vida de su padre. En Villa-Real se celebraron Córtes en 1346. En 1383, D. Juan I dió esta villa á Leon V, rey de Armenia, del cual fué hasta que murió, pasando despues otra vez á la corona. Finalmente, D. Juan II en 1420 la elevó, por medio de privilegio, á la categoría de ciudad, con el nombre de Ciudad Real, y muchos años despues, en 1445, el mismo monarca le hizo la gracia de tener voto en Córtes. Enrique IV el Impotente, al casarse con Doña Juana, hija del rey de Portugal, le dió en dote, entre otras poblaciones, á Ciudad-Real. Este rey, y despues los Católicos, concedieron varios privilegios á esta ciudad, siendo entre ellos el más notable, aunque duró poco, el de haberla hecho cabeza en cuanto á la administracion de justicia de un gran territorio, pues no bastando ya para todos los asuntos judiciales la chancillería de Valladolid, los Reyes Católicos establecieron otra en Ciudad-Real en 1494, compuesta de cuatro oidores, dos alcaldes del Crímen y dos alcaldes de los fijosdalgo; el límite jurisdiccional de ambas chancillerías lo formaba el Tajo; pero la de Ciudad-Real fué despues trasladada á Granada. Desde entónces Ciudad-Real no ha vuelto á figurar de un modo notable en la historia del país. Ciudad-Real: Geog. Esp. Ciudad con ayuntamiento, en la provincia y partido judicial de su nombre, residencia del gobernador civil, comandante general, diputacion provincial, del nuevo obispo del Coto-Redondo de las órdenes militares, y de todas las demas oficinas y dependencias, como capital de provincia. Corresponde á la audiencia territorial de Albacete y á la capitanía general de Castilla la Nueva, y está situada en una baja llanura, á l legua y á la márgen izquierda del Guadiana. Sus casas son buenas, en lo general, aunque de pocos pisos; sus calles largas, rectas y espaciosas, y su plaza de la Constitucion bastante buena. Tiene várias iglesias, entre las que sobresale la de Santa María, de estilo gótico; un hospicio, fundado por el arzobispo de Toledo, Don Francisco Lorenzana; la cárcel de la Hermandad; un instituto de segunda enseñanza, y plaza de toros. Su comercio é industria son de poca importancia. Es célebre por la Santa Hermandad, que fundó, en el año 1249, Fernando III para la persecucion de salteadores y malhechores. Poblacion, 12.000 habitantes.
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