viernes, 4 de junio de 2021

Sobre la motivación

 

Ana Amat, de La Vanguardia de Barcelona, hoy:

Motivación intrínseca y extrínseca: qué son y por qué las necesitas

La principal diferencia entre ambas es que en la extrínseca dependemos de alguien externo que nos refuerza para lograr objetivos y en la interna somos nosotros mismos los que marcamos nuestras metas

La motivación es un estado del ser humano que genera la capacidad para activar, dirigir o mantener una conducta. En otras palabras, la motivación es la energía psíquica que nos empuja a emprender o sostener una acción o una conducta. De hecho, proviene del latín motivus o motus, que significa “causa del movimiento”.

El Consultor de Prevención en Fraternidad-Muprespa y profesor de UNIR, Iván Fernández, cuenta que la motivación está relacionada íntimamente con la voluntad y el interés. “Tiene la capacidad de lograr que el ser humano realice acciones que, a priori, no desea realizar, por las futuras recompensas que se pueden llegar a obtener” afirma Fernández.

Una de las principales clasificaciones para la motivación recae en el lugar desde el que parte dicha motivación, bien externa (extrínseca) o interna (intrínseca). La principal diferencia entre ambas es que en la extrínseca dependemos de alguien externo que nos refuerza o presiona para lograr objetivos y en la interna somos nosotros mismos los que marcamos nuestros objetivos.

¿Qué es la motivación extrínseca?

En la motivación extrínseca, guiada por incentivos externos, se realiza un esfuerzo con el objetivo de lograr una recompensa externa: un reconocimiento, una titulación o un premio en una competición deportiva.

Por tanto, esta motivación parte de lograr algo y es ejercida por una persona ajena al que realiza el esfuerzo, como un profesor, entrenador o familiar. 

¿Cómo mejorar la motivación extrínseca?

Recomendaciones

1

Diseño adecuado de las tareas y objetivos a alcanzar. La persona debe saber cuáles son los objetivos y que tipo de esfuerzos deben llevarse a cabo para poder ser alcanzados.

2

Planificación por etapas, especialmente en los objetivos ambiciosos deben establecerse metas intermedias que permitan lograr pequeños éxitos parciales que motiven al actor.

3

Información del proceso, conocer los datos de la evolución y los resultados de los esfuerzos. Uno de los puntos fuertes de la motivación extrínseca es el aporte de dicha información por parte de los actores motivadores.

¿Qué es la motivación intrínseca?

En la motivación intrínseca no se obtiene ningún incentivo, simplemente la satisfacción de lograr un resultado, un aprendizaje o de alcanzar una meta auto-propuesta. El premio es nuestra auto-realización y la presión nos la imponemos nosotros mismos.

En este caso, nosotros mismos marcamos nuestros objetivos, por lo tanto, el actor que ejerce la motivación siempre está presente. “Motivarnos a nosotros mismos puede ser la herramienta más poderosa para lograr el éxito, pero también la que demandará mayor constancia y sacrificio” afirma el consultor en prevención.

¿Cómo mejorar la motivación intrínseca?

Recomendaciones

1

Metacognición, ser capaces de conocernos a nosotros mismos, de establecer nuestros límites y ser conscientes de nuestro pensamiento y de nuestras capacidades. Uno de los errores fundamentales que podemos cometer erros por subestimarnos o sobrevalorar nuestras capacidades.

2

Atribución de responsabilidades (locus de control), culpar a los demás de lo que nos sucede (locus de control externo) o asumir nuestra responsabilidad (locus de control interno), es un aspecto relevante en nuestra capacidad de motivación intrínseca y los resultados derivados de la misma.

3

Buscar fuentes de inspiración, modelos en los que nos podamos identificar para comprobar que el éxito, en gran medida, depende de nuestro esfuerzo.

Los 5 principios básicos de la motivación

Estos tipos de motivación deben tenerse en consideración con cinco principios básicos, pues en función de nuestra predisposición o experiencia, serán necesarios mayores o menores niveles de motivación.

Principio de la predisposición

Nuestra forma de ser y nuestras capacidades nos hacen más predispuestos a determinados esfuerzos. Nuestra motivación se ve influida por el esfuerzo necesario para llevar a cabo una actuación. Una persona con capacidad intelectual elevada tendrá mayor motivación para el estudio porque verá resultados más pronto.

Principio de la consecuencia

La recompensa o el castigo derivado de una acción moldea nuestro comportamiento, por ello, las consecuencias de nuestros actos influyen en la motivación a su ejecución.

Principio de la repetición

Cuando se obtiene una recompensa por una acción, tendemos a repetir esa misma acción, nuestra motivación se ve afectada tanto por el premio como por el castigo.

Principio de la novedad

La curiosidad del ser humano, la innovación hace que la motivación aumente ante estímulos novedosos. El premio de descubrir algo nuevo mejora los niveles de motivación.

Principio de la vivencia

Nuestra experiencia, las vivencias anteriores, marcan nuestra motivación, de forma que éxitos anteriores permiten que reacciones de forma eficaz ante estímulos diferentes.

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