De Álvaro García, en su Jardín mental, "Cómo Evito el Bloqueo Creativo y Dejo de Mirar la Página en Blanco. La única técnica que me ha funcionado" 15 de enero de 2025
Esa sensación de estar frente a la página en blanco y ser incapaz de escribir…
Es frustrante y, casi siempre se debe a la falta de dirección. Si con frecuencia te sientas a escribir y no sabes ni por donde empezar, tengo buenas noticias para ti: no necesitas enfrentarte a la página en blanco jamás.
Hay una forma eficiente y simple de comenzar: haz un esquema de escritura.
Al principio creía que empezar con la hoja en blanco cada mañana era la rutina de cualquier escritor, pero tras más de 150 artículos en Substack en menos de un año, diseñé un método con el que escribo más rápido y disfruto mucho más del proceso.
Comencemos.
1. Cómo hacer un esquema de escritura
Abre tu ordenador o toma una libreta. Piensa en un tema sobre el que quieras escribir. A continuación, comienza a listar todas las ideas que te vengan a la mente relacionadas con ese tema. Da igual el orden, solo escribe lo que pienses.
Una vez tengas esa lista, selecciona las ideas más interesantes.
Ahora, lo que vas a hacer es transformar cada una de esas ideas en un concepto central para un apartado de tu texto. Por ejemplo, supongamos que estás escribiendo sobre "Cómo mejorar tu productividad." Es probable que tus ideas iniciales hayan sido algo como esto: Productividad: Distracciones, tecnología, horarios, trabajo en equipo, ahorro de tiempo, agotamiento, tareas...
De esas ideas, seleccionaste las que realmente aportan valor y luego las desglosaste en acciones claras y aplicables.
Aquí te dejo un par de ejemplos de cómo hacerlo:
Cómo mejorar la productividad
“Las distracciones son un problema.”
¿Cuáles son las distracciones comunes?
¿Cómo eliminarlas?
Pasos para eliminarlas
Paso 1
…
A más específico, más práctico y aplicable será. Al final el esquema será algo así:
Introducción: ¿Por qué es importante la productividad?
Idea 1: Identifica tus distracciones y elimínalas.
Idea 2: Crea un horario y cíñete a él.
Idea 3: Delega tareas para trabajar en equipo.
Conclusión: Tu productividad depende de tu disciplina.
Una vez que tienes hecho tu esquema, el trabajo más difícil ya está hecho.
2. Título: Responder a un asunto o problema
Ponte en la piel de quienes te leen: ¿qué buscan en ti? ¿Qué necesitan resolver o saber? Un buen título te ayuda a aclarar el resto del texto. Evita títulos amplios y difusos, trata de acotar claramente de lo que vas a hablar.
El título delimita el asunto.
Cambia “Cómo Escribir Mejor” por “7 Técnicas Para Vencer El Bloqueo Creativo”.
Cambia “Cómo Ser Productivo” por “3 Hábitos Matutinos Que Cambiaron Mi Día”.
Cambia “Aprende a Programar” por “Guía Para Dominar Python Desde Cero”.
¿Notas la diferencia?
Un título amplio y genérico pierde fuerza porque no promete nada concreto. En cambio, un título específico responde a una pregunta o necesidad real.
Cuando alguien me dice “cómo escribir mejor”, mi primera reacción es: ¿Escribir mejor qué? ¿Libros? ¿Artículos científicos? ¿Emails? Y si es “mejor”, ¿a qué se refieren? ¿Más claridad? ¿Menos errores? Sin definición clara, quien escribe y lee terminan perdidos.
El título es la brújula, úsalo para indicar el rumbo que tu texto va a seguir.
3. Introducción: Poner en valor al texto
La introducción debe dejar claro por qué merece la pena seguir leyendo.
La realidad es que la mayoría de contenido en redes se consume rápidamente, saltando entre líneas y, con frecuencia, no tardarán ni 5 segundos en decidir si seguir viéndolo o irse. Por eso es crucial ser conciso y claro.
Presenta brevemente el asunto o problema (el bloqueo creativo, en este caso), y propón una solución aplicable (como hago aquí). Asegúrate de dejar claro por qué merece la pena tu contenido, qué valor aportas frente al millón que hay en la red.
Yo me hago estas preguntas en mi esquema de escritura.
¿Qué puedo enseñarte?
Ejemplo: “Si alguna vez te has enfrentado a la página en blanco sin saber por dónde empezar, te diré herramientas prácticas para superar ese momento.”
Ejemplo: “Voy a mostrarte cómo puedes escribir correos atractivos incluso si tienes timidez y 0 experiencia escribiendo.”
¿A quién voy a escribirle?
Ejemplo: “A una persona creativa que escribe o comunica y le interesa saber la mejor manera de hacer que sus palabras tengan un impacto.”
Ejemplo: “Personas inexpertas en el mundo de la programación informática no saben nada todavía.”
¿Por qué es valioso lo que te cuento?
Ejemplo: “Lo que digo no es teoría, son herramientas que he usado para escribir cientos de artículos y que me han ayudado en tiempo récord.”
Ejemplo: “No te voy a dar consejos genéricos, sé lo difícil que es la programación, así que hice el trabajo duro por ti y te diré solo lo importante”.
¿Por qué puedes confiar en mí?
Ejemplo: “Tras décadas escribiendo para periódicos y plataformas con audiencias enormes, he cometido todos los errores posibles antes de encontrar lo que funciona.”
Ejemplo: “Como programador autodidacta que comenzó sin saber nada, sé exactamente qué obstáculos te encontrarás y cómo evitarlos.”
Cuando tienes claras las respuestas a estas preguntas, la introducción se escribe sola. Y no te preocupes si crees que no tienes nada que aportar, la realidad es que todo el mundo tiene algo que contar, solo que no lo has puesto aún en valor.
Si la introducción es una invitación, estás dando razones para aceptar tu invitación.
4. Ideas principales: Dar valor
A estas alturas ya tenemos casi todo hecho, queda mi parte favorita.
Con tu esquema "preparado" ahora solo necesitas llenar los espacios. Comienza a escribir bajo cada idea principal como si estuvieras explicándoselo a un amigo. Habla de forma sencilla y no te preocupes por el estilo. Luego, cuando lo hayas escrito todo, podrás releerlo y ajustar la longitud, nivel de detalle y tono.
Solo asegúrate de responder de forma específica y aplicable a lo que prometiste.
5. Conclusión: Lo que no deben olvidar
Una cosa que aprendí con el tiempo es que no son siempre necesarias.
Como decía al inicio, en internet la mayoría lee a toda velocidad y no se detienen más que unos segundos antes de pasar a otro contenido. Si ya has cumplido con lo que prometiste en las ideas principales, cierra el texto. No hace falta que repitas puntos ya mencionados o hagas un resumen. Opta por la brevedad.
Si la escribes, puede ser una idea fundamental que deben recordar, una moraleja de lo que contaste o una idea para tomar la iniciativa y pasar a la acción.
Todo lo que te he contado puedes dejarlo hecho de antemano en un borrador de Substack. Luego, cada vez que vayas a escribir, haces una copia del borrador para usar tu esquema y nunca más volver a ver la horrible página en blanco.
Aquí puedes ver mi esquema para nunca bloquearme frente a la página en blanco.
3 trucos más que uso para superar el bloqueo creativo
1. Empieza por lo que sabes
Si te encuentras atascado, empieza por lo que ya tienes claro.
He escrito artículos comenzando directamente por la conclusión porque ya reflexioné sobre el tema y tenía la respuesta final, así que lo que hice fue ingeniería inversa: comencé por la conclusión y luego trabajé hacia atrás, desarrollando las ideas principales que me llevaron a esa conclusión.
Si no sabes por dónde empezar, agarra lo que sabes bien y construye desde ahí.
Un ejemplo de texto en el que me pasó eso: El brainstorming no funciona, haz esto en su lugar. Tenía claro que el brainstorming no era la forma óptima de generar ideas, esa fue mi conclusión basada en mi experiencia. La pregunta era, ¿qué hacer en su lugar?
El resto responde justo a eso.
A eso me refiero cuando digo que empieces por lo que ya sabes.
2. Muévete
Tu entorno afecta tu creatividad.
Si te atacas, cámbiate de lugar. Escribe en un parque, en una cafetería, o en una habitación distinta de tu casa. Un cambio de escenario puede hacer maravillas. Y si puedes, haz cualquier actividad que te permita desconectar un momento, como caminar. Está demostrado que pasear aumenta la creatividad.
Y lo puedo confirmar, las ideas fluyen cuando doy un paseo y dejo a mi mente volar.
3. Usa límites de tiempo
No terminamos las cosas porque no tenemos fecha para terminarlas.
Ponte un límite de tiempo realista, pero ajustado, que te empuje a terminar el borrador. Da igual si está perfecto o no, lo primero es tener algo en papel, y luego, más adelante, podrás pulirlo. Esto elimina el perfeccionismo de una vez por todas.
He usado este truco infinidad de veces.
Como ves, superar el bloqueo de la página en blanco no va de tener una chispa de inspiración, va de tener un sistema efectivo. Antes, rezaba y esperaba a que llegara la inspiración. Ahora, la inspiración llega todos los días a la misma hora.
Justo cuando me siento a escribir.
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