I
Joseph Stiglitz, sobre la amenaza de la desinformación para las democracias: “No puede haber una economía sana sin certezas”, en El País, por Quino Petit, Madrid -10 de junio de 2025:
El Nobel de Economía analiza durante una jornada sobre la gobernanza en los medios cómo sufre la sociedad cuando no cuenta con “un buen ecosistema informativo”
El estadounidense Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía por su análisis en torno a la desigualdad que provoca la información asimétrica en los mercados, alberga una grave preocupación por la amenaza que supone la desinformación para las democracias occidentales. Y no solo en términos políticos y sociales, sino también económicos. Así lo ha puesto de manifiesto este martes durante una jornada sobre la gobernanza en los medios de comunicación celebrada en el Caixaforum de Madrid. Con relativa agilidad a sus 82 años, el profesor Stiglitz ha subido al estrado y ha afirmado ante los asistentes al acto organizado por el Observatorio de Medios que “no puede haber una economía sana sin certezas”.
El profesor sabe de lo que habla y sin duda en señalar al presidente de su país, Donald Trump, como un formidable creador de incertidumbre en la economía global. Stiglitz ha recordado el apodo presidencial basado en el acrónimo TACO (Trump Always Chickens Out), con el que se acusa la tendencia de Trump a retirar aranceles a los pocos días de anunciarlos. Y también ha citado la inestimable ayuda de medios como la Fox para amplificar la crispación y un estado de ánimo que no necesariamente se ajusta a los consensos en torno a la verdad de los hechos. El Nobel de Economía defiende al respecto el legado de la Ilustración, “que dotó a los humanos de herramientas para buscar la verdad a la hora de intentar entender lo que es cierto y proveer a la sociedad de certezas”. Y ha añadido sobre Estados Unidos: “Esos principios en torno a las nociones sobre la verdad han sido puestos en cuestión en mi país”.
Las democracias, sostiene Stiglitz, “sufren cuando no cuentan con un buen ecosistema informativo”. Y no duda en defender la necesidad de apoyos públicos cuando la base del negocio ha experimentado un declive crítico durante el último cuarto de siglo en los ingresos publicitarios que ayudaban a sostener las organizaciones dedicadas a la producción de contenidos informativos. "La información es un bien público a defensor. La sociedad entera se beneficia de ella y, por tanto, el soporte financiero público es legítimo". Trump ya ha dictado recortes de fondos federales para la radio y la televisión públicas de Estados Unidos, mientras que nunca ha dudado en afirmar sobre todo el ecosistema informativo de su país —tanto público como privado— que “los medios son el enemigo del pueblo”.
En la ordenación de ese ecosistema informativo en los países de la UE va a cumplir un papel esencial el Reglamento Europeo de la Libertad de Medios (EMFA, en sus siglas en inglés). Y el profesor Stiglitz ve con buenos ojos y cierta envidia contar con legislaciones de este tipo frente al énfasis desregulatorio de su país. Una desregulación que fomenta la competencia entre las plataformas y redes sociales contra los medios por los ingresos publicitarios del mismo entorno digital. "Este negocio siempre ha funcionado con fundamento en que la buena información atrae ojos, y esos ojos atraen publicidad. Pero la gente ha descubierto que puedes contar con más ojos mediante el entretenimiento y no con las noticias propiamente dichas. Y las redes sociales se han dado cuenta de que puedes obtener más beneficios alimentando la rabia de la gente".
El Nobel advierte asimismo sobre otro añadido a la competencia de los medios dedicados a la producción de información a base de unos estándares deontológicos frente a los buscadores y plataformas: “Robar noticias se ha convertido en un negocio”. Por eso, concluye que mientras existe una “libertad de contaminar el ecosistema informativo las democracias tendrán que gastar más dinero y destinar más recursos a limpiar esa polución”.
II
Entrevista a Joseph Stiglitz: “Con Trump es posible que la democracia desaparezca en Estados Unidos”, en El País, por Quino Petit, Madrid -11 de junio de 2025
Ante la movilización 'neorreaccionaria' contra leyes que promovieron avances sociales, el Premio Nobel de Economía afirma que “quizá el 'wokismo' estaba demasiado lejos, pero la respuesta política ha sido extrema”
Estadounidense nacido en Gary, Indiana, hace 82 años, Joseph Stiglitz avanza a paso ligero ayudado de un bastón por el vestíbulo de un hotel cercano al Caixaforum de Madrid, donde horas antes ha pronunciado una conferencia magistral sobre los peligros de la desinformación durante una jornada organizada por el Observatorio de Medios. El libro más reciente de este Premio Nobel de Economía estudioso de la desigualdad es Camino de Libertad: La economía y la buena sociedad, editado en España por Taurus. Una obra donde reflexiona sobre cómo “el conjunto de oportunidades determina, e incluso define, la libertad de acción de la persona”. Durante su conferencia de este martes, ha defendido el legado de la Ilustración, “que dotó a los humanos de herramientas para buscar la verdad y proveer a la sociedad de certezas”.
PREGUNTA. Pues en su país de momento parecen estar ganando la batalla los neorreaccionarios que defienden justo lo contrario: La Ilustración Oscura.
RESPUESTA. Es una batalla. Pero no están ganando en todas partes, ni siquiera del todo en Europa. Y respecto a Estados Unidos, estamos viendo protestas contra las políticas de Trump en Los Ángeles, Nueva York, California…
P. A la vista de la respuesta ordenada por Trump para sofocar los disturbios en Los Ángeles, ¿cree que Estados Unidos corre peligro de vivir una guerra civil?
R. No, pero es verdad que con Trump hemos visto cosas que no creeríamos hace meses. Lo que sí veo posible con él es que la democracia desaparezca de Estados Unidos. Silenciar a las universidades, a la prensa… Ya vemos acciones que van en ese sentido y solo estamos al principio de su mandato.
P. ¿Cómo puede el sistema parar ese avance?
R. No lo sabemos. Cuando un presidente desobedece las decisiones judiciales entramos en territorio desconocido. El sistema no ha sido capaz de parar a Trump.
P. ¿Cree que la desinformación es la mayor amenaza contemporánea contra la democracia?
R. El problema está en su capacidad de penetración social por razones añadidas en las últimas décadas como la desigualdad, que provoca desilusión, o la desindustrialización y el olvido e ignorancia hacia muchas personas afectadas por problemas como estos.
P. Ante muchas de esas personas tienen gran capacidad de penetración una constelación de influencers que publican contenidos relacionados con la actualidad, y que según la UNESCO en más de un 60% de casos no verifican la información que transmiten.
R. Vivimos en una distopía donde una gran cantidad de canales están dispuestos a entretenerte con una información que no es confiable y apela a las emociones. Trump ilustra este modelo a la perfección. Miente cada día y nada puede parar su avance.
P. Joe Rogan, el podcáster más influyente del mundo, le dio un empujón a su segunda llegada hasta la Casa Blanca tras mantener una larga conversación con él en su programa. ¿Cree que Kamala Harris debería haber ido a ese espacio durante la campaña?
R. Se trata de un juicio complejo, porque no es fácil saber cómo habría manejado esa situación. Lo que sí creo es que debería haber más exponentes como Joe Rogan en el lado progresista.
P. ¿Por qué cree que no tienen el mismo impacto las alternativas progresistas a Joe Rogan?
R. No hace tanto hubo y sigue habiendo ese tipo de figuras en la televisión, así como comediantes. Pero hoy logran más impacto otros mensajes polarizados que apelan a las emociones de personas que arrastran muchos problemas relacionados con la desigualdad.
P. Esos mensajes ponen al wokismo en la diana. ¿Cree que ese movimiento fue demasiado lejos como para haber provocado tanta ira en contra?
R. probablemente estaba demasiado lejos, pero no consistió en una decisión individual, sino en la suma de distintas fuerzas sociales. Por otra parte, contra lo que ha ido Trump es una serie de leyes que promueven avances sociales, diversidad e inclusión, y que no necesariamente eran excluyentes. En cualquier caso, la respuesta política al wokismo ha sido extrema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario