I
Enrique Rojas, psiquiatra: “La empatía es uno de los pilares de la madurez emocional y se puede entrenar con estos diez hábitos clave”, en El Confidencial, por C. Acuña, 21/06/2025
Este enfoque sencillo, pero profundo apunta a mejorar no solo la calidad de nuestros vínculos, sino también nuestra propia salud emocional
Qué es la empatía y que beneficios tiene en nuestras relaciones sociales
En un reciente mensaje compartido en su perfil de Instagram para todos sus seguidores, el reconocido psiquiatra Enrique Rojas ha puesto el foco en una habilidad cada vez más valorada en el ámbito de la salud mental: la empatía. Lejos de considerarla un talento exclusivo de unos pocos, Rojas defiende que esta capacidad se puede desarrollar y fortalecer con práctica y compromiso diario. “La empatía consiste en salir de uno mismo para entrar en el universo emocional del otro”, ha explicado el especialista en esta misma publicación. Según el experto, esta habilidad va mucho más allá de simplemente escuchar. Implica una comprensión profunda de lo que siente y piensa la otra persona, incluso de aquello que no se expresa con palabras.
Para quienes desean avanzar hacia una mayor madurez emocional, Rojas propone un listado de diez hábitos que ayudan a ejercitar la empatía y a integrarla de forma natural en la vida cotidiana.
El primero de ellos es escuchar de verdad, sin juicios ni ideas preconcebidas, lo que él denomina “escuchar sin pantallas mentales”.
A esto le sigue la prudencia de no ofrecer consejos no solicitados, algo que muchas veces interrumpe o invalida la experiencia ajena.
También recomienda formular preguntas desde el respeto, mostrar afecto de forma explícita y no tener miedo de compartir los propios sentimientos.
Otros puntos destacados de su propuesta incluyen el desarrollo de la paciencia y la indulgencia, cualidades esenciales para comprender que cada persona vive su proceso de forma distinta.
Además, sugiere prestar atención al lenguaje no verbal, una herramienta silenciosa, pero reveladora.
Ver el lado bueno de las situaciones y saber reconocer los propios errores cierran esta lista de hábitos que, según el psiquiatra, pueden marcar una diferencia real en nuestras relaciones.
Este enfoque sencillo, pero profundo apunta a mejorar no solo la calidad de nuestros vínculos, sino también nuestra propia salud emocional. Según Rojas, cultivar la empatía es una inversión en bienestar, tanto propio como colectivo. Y, como él mismo insiste, está al alcance de todos.
II
Empatía y humildad: estos son los cinco rasgos que indican si eres una buena persona según la psicología, Laura Alfaro, en El Confidencial, 1/04/2025
Ser buena persona va mucho más allá de ser amable o tener gestos educados. La psicología ha estudiado durante años qué características definen a quienes se comportan con empatía, generosidad y coherencia, no solo cuando es fácil hacerlo, sino también cuando nadie está mirando. Y sí, hay rasgos concretos que parecen repetirse en quienes son percibidos como “buenas personas” por los demás… y por ellas mismas. En una época donde el autocuidado y el crecimiento personal están en boca de todos, también vale la pena mirar hacia adentro y preguntarse si hacemos todo lo posible por ser buenas personas que se caracterizan por varios rasgos entre ellos la empatía genuina, la cual no se trata solo de ponerse en el lugar del otro, sino de sentir con el otro.
1. Las personas empáticas tienen la capacidad de captar las emociones ajenas y responder desde el respeto y la comprensión. Según los expertos, este rasgo no solo favorece relaciones más sanas, sino que también impulsa comportamientos solidarios y reduce los conflictos, debido a que las buenas personas no minimizan el dolor ajeno: lo reconocen y acompañan.
2. Asimismo, también es importante la honestidad, incluso cuando incomoda. Y, aunque decir la verdad con delicadeza es un arte que no todos dominan, las personas que actúan con bondad no recurren a la mentira piadosa por comodidad, ni disfrazan sus intenciones, sino que suelen ser claras, coherentes y auténticas, sin necesidad de dañar. La psicología destaca que la honestidad es uno de los pilares de la confianza, y quienes la practican construyen vínculos más sólidos y duraderos.
3. Asimismo, tienen una gran responsabilidad emocional, sabiendo poner límites sin herir y pidiendo disculpas cuando se equivocan y no culpan a otros por sus emociones. Por lo que tienen una madurez emocional que les permite asumir las consecuencias de sus actos, aprender de ellas y crecer sin resentimientos.
4. También son personas altruistas con un gran deseo de ayudar sin esperar nada a cambio. Ya sea cediendo el asiento, escuchando con atención o acompañando en momentos difíciles, las buenas personas lo hacen por convicción, no por reconocimiento. Diversos estudios psicológicos vinculan este tipo de altruismo con un mayor bienestar subjetivo: ayudar también nos hace sentir mejor con nosotras mismas.
5. Por último, tenemos la humildad uno de los rasgos más subestimados, pero más potentes. Lejos de la falsa modestia, implica reconocer los propios errores, aprender de los demás y no sentirse superior. Las personas humildes no necesitan brillar para sentirse valiosas, y suelen generar un ambiente de respeto y cercanía a su alrededor. Ser buena persona no es cuestión de perfección ni de grandes gestos heroicos. Se trata de una forma de estar en el mundo, de cómo tratamos a quienes nos rodean, pero también de cómo nos tratamos a nosotras mismas.
Cultivar estos rasgos no solo mejora nuestras relaciones, también nos conecta con una vida más plena, más consciente y, sobre todo, más humana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario