Casi todo pertenece cada vez más a más pocos. Cultura, música, cine, libros, cuadros son gestionados por un grupo ignorante de tragaldabas empresas multinacionales. Es lo que declara Joost Smiers, profesor de la Universidad de Utrecht en Un mundo sin copyright, editado en España por Gedisa. "No es aceptable que unas pocas empresas controlen todo lo que podemos leer, ver y escuchar. Para asegurar la diversidad cultural, necesitamos normalizar el mercado y permitir que las pequeñas y medianas empresas puedan ofrecer sus productos". El copyrigth detiene toda creatividad y privatiza y paraliza el pensamiento. El copyright únicamente beneficia a las grandes empresas culturales, pues sólo un exiguo porcentaje de creadores obtiene lo suficiente a través de él. Su libro, titulado originalmente Arts under pressure (Artes bajo presión) expone que los derechos de reproducción, distribución, explotación o modificación de una obra artística están reservados a sus propietarios durante demasiados años en un mundo que olvida muy deprisa. Hasta setenta después de la muerte del autor, en la legislación española. Y un artista utiliza el trabajo de otros y se sostiene en los hombros de otros. Smiers cree en una futura abolición de cualquier tipo de derecho de autor, pero una corriente más extendida aboga por un modelo alternativo que ya se utiliza: las licencias Creative Commons. Cualquier autor español puede acogerse a alguna de ellas, como la que permite que el material creado por un artista pueda ser distribuido, copiado y exhibido por terceros siempre que se muestre en los créditos la autoría y no se obtenga ningún beneficio comercial. A diferencia del codicioso sistema del copyright, considerado obsoleto por sus detractores, que significa la reserva de todos los derechos. Smiers piensa que eso es sólo una solución transitoria porque no afronta el principal problema: la acumulación de la oferta cultural en unas pocas empresas
Hay alternativas al copyright, llamadas genéricamente copyleft; sin copyright el mercado será más diverso; hay miles de artistas que hacen cosas muy interesantes que apenas vemos, pero sin copyright vendrá una época de luz. Los que intercambian música ilegalmente no son ladrones, explica, sino que no creen en el sistema. También se aventura a decir que el fin del copyright está cerca y pronostica la desaparición de las grandes empresas culturales. "La industria tiene problemas a la hora de criminalizar a su público". El copyleft es un grupo de licencias cuyo objetivo es garantizar que cada persona que recibe una copia de una obra pueda a su vez usar, modificar y redistribuir el propio trabajo y las versiones derivadas del mismo.
(Refundido y reescrito desde un reportaje de Manuela Villa, 23/02/2007, en El País)
Hay alternativas al copyright, llamadas genéricamente copyleft; sin copyright el mercado será más diverso; hay miles de artistas que hacen cosas muy interesantes que apenas vemos, pero sin copyright vendrá una época de luz. Los que intercambian música ilegalmente no son ladrones, explica, sino que no creen en el sistema. También se aventura a decir que el fin del copyright está cerca y pronostica la desaparición de las grandes empresas culturales. "La industria tiene problemas a la hora de criminalizar a su público". El copyleft es un grupo de licencias cuyo objetivo es garantizar que cada persona que recibe una copia de una obra pueda a su vez usar, modificar y redistribuir el propio trabajo y las versiones derivadas del mismo.
(Refundido y reescrito desde un reportaje de Manuela Villa, 23/02/2007, en El País)
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