miércoles, 2 de mayo de 2007

La importancia del demonio, de José Bergamín

Siempre he querido leer los ensayos de Bergamín, de quien ya conocía su poesía a través de la antología publicada en Alianza Editorial; se le tiene arrinconado aún a causa de sus ideas políticas, demasiado ácidas y republicanas para la estupidez ambiente que se estila. Se trata sin embargo de un ensayista lúcido y de un gran escritor, dueño de la paradoja y de la ironía; de su facilidad para las acuñaciones verbales da fe Fernando Savater, quien habla bastante de él en sus amenísimas memorias, Mira por donde, que leí en una quebradiza versión rústica, casi en rama. Bergamín fue el autor del epigrama "Mi mundo no es de este reino", con lo cual ironizaba sobre las trapicherías que habían hecho pasar por transición democrática popular algo que había sido cocinado por franquistas y monárquicos; era, sin duda, uno de los hijos espirituales de Unamuno, más provocador todavía que él; también es verdad es que no posee el iberismo casero del maestro (quien no tenía empacho en escribir un poema como "El hombre del chorizo"), sino que fue siempre un viajero impenitente y un inquieto de cualquier parte, por más que sean evidentes sus hondas raíces hispánicas, expresas en su devoción por el toreo y su catolicismo revolucionario: "Con los comunistas, hasta la muerte, pero ni un paso más adelante". La sorpresa con que me he encontrado es, sin embargo, lo cerca que está de Ángel Crespo en este ensayo; en efecto, me parece evidente que la concepción hermética de la poesía del manchego coincide con la expuesta en esos renglones, y he encontrado huellas profundas de él en sus aforismos, en particular en los recogidos en Claro, oscuro. Habría mucha más tela que cortar, pero mi tiempo está consagrado a ganarme los garbanzos con la ense/ensañanza. A ver si puedo acercarme a la exposición de Ángel Crespo que hay al lado de mi Instituto. ¡Casi ni me entero de que la han puesto! Lo que es vivir sepultado dentro de una escafandra y en una de las fosas de las Marianas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario